La mandataria local sostuvo que se ha pactado también con cámaras empresariales para que permitan a sus empleados aislarse en caso de presentar síntomas.
“Hemos aumentado el número de pruebas, pero aun así hay mucha gente que en los kioscos de salud va porque se lo piden en su trabajo, ni siquiera es porque tenga síntomas. ¿Qué hicimos en este caso? Reunión con todas las cámaras de la Ciudad de México para que orienten a sus afiliados y afiliadas, en general a todos los establecimientos, a que no estén pidiendo pruebas para que vayan a trabajar”, detalló la funcionaria.
“Esto es muy importante, porque entonces ya la gente sepa que es una injusticia si su empleador le está pidiendo una prueba obligatoria”.
Sheinbaum destacó que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dejó de pedir que se suba una prueba positiva o negativa de COVID-19 para solicitar incapacidad cuando una persona tiene síntomas.
La jefa de gobierno argumentó que la orientación para no solicitar pruebas ante la alta demanda es para que las personas no se expongan ni expongan a otros, frente a un incremento de contagios en la ciudad por la variante Ómicron.
“En general, la orientación que da la Secretaría de Salud (capitalina) es que, si tengo tos, tengo fiebre, escurrimiento nasal, no es necesario que me vaya a hacer una prueba: hay que aislarse y llamar a Locatel si así lo consideran, esperar siete días y ya después pueden salir”, dijo.