"A esos miles de repartidores que, arriesgando su salud, encontraron una alternativa al terrible desempleo de la ciudad e invirtieron en una bicicleta o en una moto o en un vehículo, hoy la jefa de gobierno (Claudia Sheinbaum) pretende cobrarles un impuesto por usar las calles de la ciudad para trabajar", reclamó el panista.
Atayde aseguró que este impuesto se daría en un contexto de crisis y en contra de la innovación y de la economía digital que se potenciaron durante la pandemia.
Christian Von Roehrich, líder de la bancada panista en el Congreso capitalino, dijo que el Gobierno de la Ciudad de México vio en el crecimiento de aplicaciones móviles para reparto de comida, despensa y mensajería una oportunidad para obtener mayores recursos públicos.
En su opinión, este impuesto impacta directamente al pequeño comercio y a los emprendedores, y advirtió que esto puede dar cabida a un incremento de la informalidad.
"Ahí el gobierno ve la oportunidad para fregárselos y a quien se van a fregar es al consumidor final, le van a imponer un 2% más al consumo", dijo.