"Se me dificulta encajar en algún trabajo formal porque tengo el cuidado de mis hijos, llevarlos a la escuela, ahora sí que me demandan tiempo y me es difícil establecerme en un trabajo porque no hay muchos permisos para estar faltando, o te descuentan o te despiden", cuenta en entrevista.
Vicky, como le gusta que la llamen, señala que para ella ser parte de una "mercadita feminista" es una forma de resistencia.
"Para mí, es un proyecto exclusivamente para mujeres al igual que yo en una situación vulnerable. Es un proyecto que nos da la oportunidad, por así decirlo, de emprender, y es una protesta contra la violencia económica", afirma.
El secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, afirmó al comparecer ante el Congreso capitalino el 11 de noviembre que no se permitirá el comercio informal al interior del Metro, por lo que se emprendieron operativos con elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Un ejemplo de ello fue la movilización de policías realizada este 17 de noviembre en la estación Salto del Agua, donde convergen las líneas 1 y 8 del Metro. Los uniformados impidieron la instalación de alrededor de 20 mujeres, quienes en respuesta se manifestaron en la estación Bellas Artes, de las líneas 2 y 8, donde se rompieron torniquetes y realizaron pintas en muros.
Esto provocó el cierre intermitente de estaciones como Bellas Artes, San Juan de Letrán, Isabel La Católica, Salto del Agua y Garibaldi-Lagunilla, de diferentes líneas.
En un recorrido, Expansión Política observó la presencia de policías y cintas divisorias en los pasillos de transbordo en las estaciones Pino Suárez, de las líneas 1 y 2, y Salto del Agua, de las líneas 1 y 8.
Mientras, en la estación Chabacano, cruce de las líneas 2, 8 y 9, los pasillos para trasbordar eran ocupados por más de 100 mujeres que ofrecen distintas mercancías.