“En los sitios que hemos burbujeado, hemos visto una buena proliferación de la rana Moctezuma”, explicó Refugio Rodríguez, investigador del Cinvestav, refiriéndose a una de las especies de anfibios endémicas del país.
La energía solar activa una bomba que envía “nanoburbujas” que ayudan a oxigenar el agua y eliminan contaminantes dañinos, lo que mejora la salud de la flora y fauna.
Los paneles solares que alimentan la tecnología de nanoburbujas se colocan sobre las famosas “trajineras” de Xochimilco, y también proporcionan electricidad a bordo.
“Nos puede traer más beneficios tanto turístico nacional como internacional”, dijo Miguel Poblano Lugo, proveedor de servicios de trajinera. “La gente que trae su celular y no tenga batería se le recargue ahí mismo”, detalló.
Además, se busca disminuir la emisión de gases de efecto invernadero como metano, dióxido de carbono o ácido sulfhídrico, denominado también como gas de las coladeras.