Oliva López Arellano, secretaria de Salud capitalina, señaló que el cierre de escuelas ha tenido efectos negativos sobre niños y adolescentes.
“Ya es una serie de efectos nocivos sobre la salud mental, sobre la sociabilidad, sobre la salud física también, de todas las personas pero en particular de los escolares.
“La apuesta es a regresar con una escuela segura y una escuela promotora de la salud”, dijo en conferencia de prensa, al ser cuestionada sobre el tema.
Aunque todavía no se cuenta con una vacuna aprobada en México para menores de 18 años y no se planea vacunar a este grupo de la población, la secretaria de Salud afirmó que en términos poblacionales, los niños y adolescentes no desarrollan cuadros graves de COVID-19.
En estos momentos, hay 12 menores de edad hospitalizados por COVID-19 en la ciudad, ninguno de ellos con respirador artificial, indicó la funcionaria.
Además se han identificado alrededor de 5,000 casos activos entre los 2.1 millones de personas de 0 a 17 años que viven en la capital, según la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP).
López señaló que los niños y adolescentes ya se encuentran expuestos en su vida cotidiana y se cuentan con los protocolos necesarios para reducir el riesgo de contagio en las escuelas, los cuales han sido elaborados con la trabajados con la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Autoridad Educativa Federal de la Ciudad de México (AEFCM).
“Vemos a los niños expuestos en centros comerciales, en mercados, en el transporte público, acompañando a los papás en las actividades laborales.
“(La SEP y la AEFCM) consideran que la escuela puede ser un espacio seguro, protegido, ventilado, donde se tenga además mucha más contención y seguridad sanitaria que en todo el resto de los espacios”, sostuvo.