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Capitalinos desairan el uso del código QR para rastrear casos de COVID-19

Aunque el Gobierno de la CDMX defiende esta medida, reconoce que hay poca participación de la ciudadanía. Capitalinos tienden a no registrar sus visitas en establecimientos comerciales.
jue 22 julio 2021 06:10 AM

La Ciudad de México vive desde hace al menos dos semanas un repunte de casos y hospitalizaciones por COVID-19, centrado principalmente en jóvenes y personas mayores de 49 años que decidieron no vacunarse contra esta enfermedad.

A la par de la “tercera ola” de la pandemia, autoridades capitalinas anunciaron más medidas de reapertura económica, como el aumento de aforo en comercios, restaurantes, tiendas departamentales o de autoservicio, gimnasios, cines y teatros, con la condición de que los comercios que quisieran entrar al plan de reactivación se registraran ante el gobierno para obtener un código QR que sus clientes puedan escanear para registrar su visita.

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El uso de este código QR fue lanzado por la administración capitalina desde 2020, con el fin de permitir que más actividades económicas empezaran a reabrir y al mismo tiempo poder rastrear posibles contagios.

La idea es que los ciudadanos puedan saber si estuvieron en algún negocio donde también haya estado alguna persona que dio positivo a COVID-19, pero la mayoría de las personas ignora esta herramienta, según observó Expansión Política en diversos recorridos.

El Gobierno de la CDMX defiende la efectividad del código QR para el rastreo de contagios, pero reconoce que en su uso falta corresponsabilidad de empresarios y ciudadanía.

La medida, anunciada en noviembre de 2020, fue adaptada a la capital con base en modelos similares implementados en China, Inglaterra, Alemania y España, entre otros países, donde sus respectivas autoridades reportan una alta participación ciudadana.

En la CDMX, según datos de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), el 18 de noviembre de 2020, en su primer día de implementación, hubo 22,058 escaneos del código, con cinco positivos detectados y una alerta a 250 personas por posible riesgo de contagio. Para el 20 de noviembre, se registraron 296,900 check-in en negocios de las 16 alcaldías, con 46 positivos y 3,927 alertas.

Después, los registros se mantuvieron en el rango de 170,000 a 226,000 diarios hacia diciembre-enero de 2021, pero el número bajó drásticamente para febrero de este año.

Algunos visitantes realizan filas para ingresar a una tienda de ropa en el centro comercial.
Clientes de una tienda de ropa, en espera para ingresar.

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“Yo digo que no sirve”

En el Centro Histórico, uno de los sitios de mayor con concurrencia en la capital, en recorridos realizados esta semana se constató que, si bien todos los locales tienen los códigos QR en sus entradas, los clientes pasan de largo e ignoran escanear para registrar sus visitas.

Los empleados que dan acceso a los consumidores solo les toman la temperatura y les ofrecen gel antibacterial, pero no les piden captar el código QR.

Alejandro, quien sí suele escanearlo, duda de la efectividad de esta medida pues considera que la mayoría de las personas simplemente la ignoran.

“Me parece en ocasiones innecesaria, porque a veces la gente solo abre el teléfono para entrar y luego lo cierran (sin escanear ni registrar su visita)”, contó.

Lizbeth, usuaria de tiendas de ropa, afirmó que, de las tres que visitó en la calle Madero, en ninguna le solicitaron escanear el código QR. Solo en una ocasión registró su visita por cuenta propia.

“Yo digo que no (sirve para ubicar contagios), ¿o sí?”, expresó.

En el centro comercial Forum Buenavista, también hay códigos QR en cada local, pero la dinámica es diferente por cada tienda.

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En la mayoría de las tiendas de ropa, el acceso está controlado a través de contadores manuales y, al ingresar, el encargado de colocar gel y tomar la temperatura exige el escaneo para poder pasar al área de exhibición. En otros comercios esto no ocurre.

En los restaurantes se hace la invitación a los clientes, pero los empleados no verifican que completen su registro.

Para consumidores como Melina, quien vive en Ecatepec, Estado de México, esta medida es positiva, pero poco funcional si no se toma en serio por parte de usuarios y trabajadores.

“Es más complicado cuando vienes a una plaza como esta, ya llevo escaneados como cuatro códigos en las cuatro tiendas que visité, sí quita un poco de tiempo, pero sí lo llego a hacer, no siempre, porque luego me da flojera, y hago como que escaneo; si vengo con algunas amigas, no lo hago porque luego me hacen burla”, relató.

Cinthia, quien vive en la alcaldía Benito Juárez, aseguró que trata de cumplir con el escaneo de los lugares que visita, aunque duda de la efectividad de la medida.

“Apenas fui a una farmacia de cadena a una consulta general, registré mi visita y había muchas personas; cuando pregunté, la fila de 20 personas que estaban esperando era para toma de pruebas COVID. Imagínate si alguno dio positivo, el código QR nunca me alertó”, dijo.

Enrique Minor, catedrático del Tec de Monterrey, dijo en entrevista que la reapertura económica es necesaria en cualquier parte del mundo, ante los estragos que dejó la pandemia. Agregó que es responsabilidad del gobierno hacer cumplir las normas que impuso, pero también se requiere civilidad de los ciudadanos para atender las indicaciones.

“Es muy difícil pensar en que se puede controlar esta pandemia, sobre todo cuando estamos viendo que este patógeno se transforma rápidamente, ya existen diferentes variantes; entonces, es necesario que haya vigilancia de las autoridades y cuidado por parte de los clientes”, expuso.

Acerca del uso del código QR, consideró que esta herramienta no solo puede proteger a los clientes, sino también a los empleados de los comercios.

Código QR Centro Histórico
Al ingresar a una tienda, usuarios ignoran el escaneo del código QR para registrar su asistencia.

“Ha funcionado bien, la gente lo usa”

Cuestionadas sobre el tema, las autoridades capitalinas han defendido la implementación del código QR.

En rueda de prensa el 16 de julio, el director de Gobierno Digital de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), Eduard Clark, señaló que la herramienta ha dado resultados.

“Ha funcionado bien, en el sentido en el que la gente lo usa; desde noviembre que lo lanzamos, todos los días estamos notificando a personas que estuvieron en actividades de riesgo”, resaltó.

En contraste, la Dirección de Comunicación Ciudadana del Gobierno de la Ciudad de México respondió a Expansión Política, que según los últimos datos de la ADIP, se ha registrado una baja considerable en el uso del código QR.

Según el organismo, esto se debe a una falta de corresponsabilidad por parte de ciudadanos y empresarios de distintos giros.

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