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El voto informado y de castigo subieron participación electoral en la CDMX

La emergencia sanitaria amenazaba con el abstencionismo, pero el 6 de junio, casi 4 millones de chilangos acudieron a las casillas. Analistas ven voto de castigo para Morena pero no para Sheinbaum.
mié 09 junio 2021 06:00 AM
La participación ciudadana fue de entre 51.7% y 52.5%
Desde muy temprano, la afluencia de personas en las casillas de la Ciudad de México fue muy notable y al final se ubicó en 52.8%, superior al de elecciones intermedias pasadas.

Por primera vez en las últimas dos décadas, la Ciudad de México registró un 52.8% de participación ciudadana en una elección intermedia donde se disputaron alcaldías y concejalías, diputaciones locales y federales, lo que representa un aumento de hasta 8% respecto al 2015.

Aunque hubo factores que pudieron disminuir la participación ciudadana como la pandemia de Covid-19, analistas aseguran que la participación, fue impulsada por varios factores: la polarización política, un voto de castigo en contra del partido en el poder y un sufragio cada vez más informado.

De acuerdo con el Instituto Electoral de la capital (IECM) en la elección de este 6 de junio, 3.9 millones de personas ejercieron su derecho al voto, que comparado con los 7.7 millones que aparecen en la lista nominal, representan el 52.8% de participación.

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Esta votación es histórica, tomando en cuenta que las elecciones intermedias registran un alto margen de abstencionismo, ante las jornadas en las que se elige Presidente de la República y Jefatura de Gobierno. En el año 2000, cuando el hoy presidente de la república Andrés Manuel López Obrador compitió para gobernar la capital, se registró una participación del 69.86%, pero en la siguiente elección (2003) hubo un 43.0%.

En 2012, Miguel Ángel Mancera buscó la Jefatura de Gobierno y Enrique Peña Nieto la Presidencia en ese entonces se registró una participación de 65.98%, mientras que en la intermedia de 2015, fue de 44.15%. Cuando López Obrador y Claudia Sheinbaum compitieron por la presidencia de la república y la jefatura de gobierno respectivamente, la participación fue de 70.44% que ha sido considerada histórica para una elección de este tipo.

De acuerdo con analistas, el número de personas que participó en los comicios de este 6 de junio, fue histórico pues además de la reconfiguración de fuerzas políticas en la capital, la gente salió a ejercer su derecho aún y cuando la emergencia sanitaria mundial amenazaba con generar abstencionismo.

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¿Madurez política o voto de castigo?

Para Gustavo López Montiel, catedrático de la escuela de ciencias sociales del Tec de Monterrey, el aumento de hasta 8% de participación en las urnas y la forma en que quedó configurado el mapa político de la Ciudad de México con siete alcaldías ganadas por Morena y nueve por partidos de oposición, reflejan una madurez de la ciudadanía en el ejercicio democrático, pero también un desgaste de las estructuras políticas utilizadas por el partido en el poder.

“La forma en que se han manejado los temas de la política nacional, pero también tiene que ver con un desgaste natural del grupo que gobierna en la Ciudad de México, que ha gobernado desde 1997 y que a final de cuentas, si es el PRD o Morena han estado en competencia entre ellos (como partidos de izquierda) y por otro lado hay un voto de castigo con respecto Morena, esto fue parte de los factores que alentaron un aumento en la participación en las urnas” afirmó el especialista.

Marco Arellano Toledo, profesor en ciencia política en la UNAM y la IBERO, consideró que el electorado en la capital es progresista y sabe para qué es la democracia, lo que le permite premiar o castigar gobiernos de manera estratégica. En este contexto la polarización política, fue uno de los factores que impulsó a la ciudadanía a manifestar su inconformidad en las urnas.

“El votante en la Ciudad de México se va a mover en función de esta sensación de que hay un poder político muy fuerte que está presionando. Es un voto si de castigo, pero no de castigo por un anhelo de regresar a la derecha o de regresar al fin de los derechos de la ciudadanía o de toda la capital, sino todo lo contrario, un voto muy estratégico de antiautoritarismo” resaltó.

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El castigo no es para Sheinbaum

Arellano Toledo agregó que los resultados electorales en la Ciudad de México dejan un sabor amargo para el presidente Lopez Obrador pues la capital desde hace 20 años ha sido un bastión electoral muy fuerte para su proyecto y para la izquierda en general, sin embargo, el costo político también los termina pagando la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que incluso ha llegado a tener mayores niveles de aceptación que el presidente.

“La mandataria capitalina ha tenido resultados interesantes, uno de ellos es la estrategia de vacunación, entonces, voto no está pensado en un castigo a la jefa de gobierno sino más bien al entorno nacional desde el cual, el ciudadano capitalino está mirando las cosas, el presidente tiene un desaire electoral y la jefa de gobierno prácticamente carga con un costo, yo diría que es un daño colateral”.

Ambos analistas coincidieron en que esta participación histórica, habla de un voto cada vez más informado y de un buen trabajo por parte del Instituto Electoral local y Federal para promover la asistencia a las urnas.

Luego de los resultados obtenidos en la capital, Sheinbaum atribuyó el descalabro de su partido a una presunta "campaña de desprestigio" en contra de su partido y del movimiento que encabeza, lo cual le ha generado varias críticas.

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