#Testimonio | “En los hospitales privados también estamos saturados”
Patricia Concha, médica del Hospital ABC de Observatorio, cuenta cómo el lugar ha tenido que aumentar su capacidad para recibir a pacientes COVID y aun así no cuenta con suficientes espacios.
Hace más de un año, incluso antes de que se declarara la pandemia de COVID-19, instituciones de salud de todos los sectores comenzaron a visualizar los diferentes escenarios y cómo enfrentarlos. Esto sucedió también en el Centro Médico ABC, Campus Observatorio, que al paso de los meses se convirtió en una unidad exclusiva para atender a pacientes con el virus SARS-CoV-2.
Ahora, en el repunte de la pandemia, este hospital no está exento de lo que se ha vivido en la Ciudad de México. “Nosotros tenemos la unidad saturada desde el mes de noviembre”, cuenta Patricia Concha, directora administrativa de este lugar.
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La médica señala que desde diciembre de 2019 los trabajadores comenzaron a prepararse para tener una unidad para la atención de pacientes con COVID-19, y fue en marzo que empezaron a llegar los primeros. Este espacio tenía solo nueve camas, pero conforme avanzó la pandemia se incrementó ese número y, desde abril, el campus se convirtió en hospital COVID con 141 camas para la atención de pacientes y 45 de terapia intensiva.
Creo que ahí fue el primer cuello de botella para todo el país, amen de todo lo que fue el tema de los equipos de protección personal”.
En ese entonces, la capital y el resto del país se mantuvieron en semáforo rojo para evitar que los hospitales colapsaran, como ocurría en otros países. En la Ciudad de México, el récord de ingresados se registró el 22 de mayo, con 4,553, cifra que fue superada en las últimas semanas de 2020. Al corte del 27 de enero, había 7,244 personas en hospitales capitalinos públicos y privados.
Ante este escenario más grave del que se vivió a mediados de 2020, en el hospital acondicionaron una unidad en el tercer piso de la torre central para atender a los pacientes, que no dejan de llegar.
“Nosotros tenemos la unidad saturada desde el mes de noviembre. Hay días que no tenemos altas, tengo pacientes que quieren entrar y hacemos una lista de espera, para estar dando movimiento cuando tengo lugar. Cuando tenemos ese huequito, llamamos al paciente”, señala Concha.
La médica detalla que los pacientes tienen que esperar uno o dos días para ingresar y que, gracias a una plataforma, cuando se detectan casos positivos se les da seguimiento para ver cómo siguen y cómo está su oxigenación, y ahí pueden señalar un “foco rojo” cuando al paciente ya le urge hospitalizarse, para que cuando haya un “huequito” lo puedan acomodar. “Es como un ajedrez”, afirma.
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El sector privado se convirtió en un aliado en la Ciudad de México para la atención de pacientes, tanto en los hospitales como en sus casas. A la fecha, la capacidad hospitalaria de la CDMX ha crecido en 35% y para atender a pacientes en su domicilio recientemente se firmó un convenio entre el gobierno local e instituciones privadas.
Sin embargo, ya desde antes se activó un acuerdo en la CDMX con el cual, a través de una plataforma de Funsalud, los hospitales públicos buscan un espacio para pacientes en unidades privadas.
Concha recuerda que, en la primera etapa de este convenio (de mayo a septiembre), atendieron a 30 pacientes que fueron referenciados; algunos estuvieron hasta 40 días en terapia intensiva.
Actualmente, esto funciona de la misma manera. Los hospitales privados “suben” cuántos espacios disponibles tienen y se va anotando a los pacientes que lo requieren, para que, en caso de que no haya espacio, sean referenciados desde las unidades públicas. La médica señala que hasta el momento no han recibido solicitud para apoyo, aunque tampoco cuentan con los espacios.
Tampoco podemos ofertarles una cama porque estoy saturada desde noviembre, ellos y yo estamos igual”.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), el costo promedio por atención médica privada a pacientes con COVID-19 es de 370,000 pesos, pero puede superar el millón de pesos dependiendo de la gravedad.
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Hasta el 29 de enero se detectó una disminución en los ingresos hospitalarios en la capital. Eduardo Clark, director de Gobierno Digital de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), señaló que “por primera vez desde octubre (se) tienen datos en los cuales la tasa de crecimiento es negativa”.
El funcionario capitalino explicó que durante los últimos 10 días se ha tenido un decremento y una estabilización de los ingresos hospitalarios, y que —por lo menos en los últimos siete días— se han registrado 30 hospitalizados menos al día en promedio.
En 2020 era posible ver la disponibilidad de los hospitales privados en la página del gobierno capitalino, pero ahora la información no está diferenciada. El Sistema de Información de la Red IRAG reporta hasta este viernes 89.38% de ocupación en camas generales, 80.17% en camas con ventilador y 92.46% en camas en unidades de cuidados intensivos.