La protesta se dio el mismo día que la jefa de gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum, reconoció que la ocupación hospitalaria está entre 88% y 90% y que en los últimos días han aumentado los pacientes, contrario a lo que se esperaba.
En las últimas semanas, se ha registrado un alza en la incidencia epidémica, sobre todo en el Valle de México, donde los hospitales están cerca de la saturación. Esto llevó al cierre de las actividades no esenciales, para tratar de reducir contagios y hospitalizaciones.
Sobre la exigencia de los restauranteros, Sheinbaum argumentó que artículos científicos señalan que el mayor número de contagios se da en lugares cerrados donde no se usa cubrebocas y se pierde la sana distancia, situaciones que se dan en fiestas, reuniones familiares y "particularmente de algunos establecimientos como los restaurantes".
"No es algo que solo haga la Ciudad de México, sino se hace en otros lugares del mundo. Evidentemente, quisiéramos no hacerlo, pero estamos tomando una serie de políticas para disminuir contagios en la ciudad y evitar que sigan llegando personas graves a los hospitales", dijo a periodistas.
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Sheinbaum también aseguró que habrá más vigilancia de las alcaldías al comercio en vía pública, para que solo se haga venta de comida y la gente no permanezca en el lugar.
"Va a haber mayor número de vigilancia en este sentido, y hacia los restaurantes, pues pedirles tanto a la ciudadanía como a los empresarios que guardemos las medidas sanitarias, que no es un tema de una política aislada, sino el objetivo que tenemos todos y todas, iniciativa privada, gobierno y ciudadanía, de disminuir el número de hospitalizaciones graves", reiteró.