Para estas prácticas se emplea violencia física, moral y hasta psicoecomocional mediante tratos crueles, inhumanos o degradantes que atentan contra la dignidad humana, enfatiza el dictamen avalado.
Con la consigna "No hay nada que curar, porque la homosexualidad no es una enfermedad", el diputado proponente, Temístocles Villanueva, exhortó a sus compañeros a votar para erradicar las conductas contrarias a los derechos humanos.
Basta de terapias inhumanas y crueles; hagamos valer el derecho a la igualdad y a la no discriminación".
Temístocles Villanueva
El diputado local presentó esta iniciativa desde 2018, pero fue hasta marzo pasado que la discusión inició en comisiones.
Finalmente, el 10 de julio, las comisiones aprobaron el dictamen y lo remitieron al pleno.
Ahora, el Congreso de la CDMX da este paso con la finalidad de garantizar que la homosexualidad deje de ser considerada una enfermedad, tal como estipuló la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1990.