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La crisis por el COVID-19 tensa la relación entre restaurantes y apps de entrega

Durante la emergencia sanitaria, las aplicaciones han sido una vía para que los restaurantes de la CDMX sigan vendiendo, pero estos se quejan de las comisiones pues dicen que 'se comen' sus ingresos.
dom 12 julio 2020 07:00 AM
Restaurantes
Durante las semanas más críticas de la cuarentena, los restaurantes solo tuvieron permitido dar servicio para llevar o en pedidos a domicilio. Actualmente ya pueden tener un aforo de entre 30% y 40%.

Los pedidos a domicilio parecieron la salvación para los restaurantes de la Ciudad de México una vez que inició la epidemia de COVID-19 y, con ello, la prohibición de recibir a comensales en sus mesas.

Sin embargo, la relación entre el sector restaurantero y las apps de entrega ha sido compleja, y algunos negocios independientes incluso han comenzado a alejarse de Uber Eats, Didi Food, Rappi y Sin Delantal, bajo el argumento de que las altas comisiones y el cobro de impuestos 'se come' los ingresos que necesitan para sobrevivir.

En Dr. Pizza, un restaurante italo-americano ubicado en la colonia Juárez, los hornos no han parado, aunque el lugar vende la mitad de las pizzas que antes, previo a que se declarara la emergencia sanitaria en la capital.

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Ricardo Franco, socio de la pizzería, explica que anteriormente los pedidos a domicilio representaban 30% de sus ventas, pero ahora son entre 70% y 80%. No obstante, espera el momento para dejar la app con la que realizan las entregas.

"En cuanto acabe el contrato de exclusividad con Rappi, lo cancelamos y no volvemos a tener ninguna aplicación. ¿Para qué me voy a quedar con una aplicación que se queda el 30% de mi venta?", dice en entrevista.

"Ya nos dimos cuenta de que volver a lo básico es lo mejor y significa nosotros mismos entregar, prefiero ese 30% destinarlo a sueldos nuevos", agrega.

Ante la caída de las ventas, 60 restaurantes de la ciudad se unieron para enviar una carta a las principales aplicaciones de entrega para pedir bajar las comisiones, que rondan entre 22% y 30% de cada venta, más impuestos.

"Una reducción en las comisiones nos permitiría mantener a nuestros empleados y evitar cerrar muchos locales. Creemos que un 50% de descuento podría salvarnos durante el tiempo que no podremos abrir nuestros espacios al público", dice la petición en Change.org, con 2,158 firmas.

"Si comparten esta carga con nosotros, nos ayudan a aguantar la crisis. Trabajando juntos como aliados, sobreviviremos".

Encuentro Expansión: El impacto económico del COVID-19 en la CDMX

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El escenario de tener que cerrar un negocio se hizo realidad para Diana Patiño, quien hace dos semanas tomó la decisión de decir adiós a la panadería artesanal en Hipódromo-Condesa a la que dedicó dos años de su vida, Le Cinq Étoiles.

La razón, junto a la dificultad para obtener créditos del Gobierno de la CDMX y el rechazo para renegociar la renta de 25,000 pesos del local, fue la fuga de dinero que representó el uso de apps de entrega.

"La forma en la que podíamos llegar a los hogares era por las aplicaciones, pero las comisiones estaban por los cielos. Además, si metías promociones te lo cobraban como negocio. A ti como cliente te queda 50% de descuento, por ejemplo, pero ese mismo 50% se lo van cobrando al restaurante de todas las órdenes que van llegando", señala.

Me salía mucho más caro seguir manteniendo el negocio que decir 'hasta aquí llegamos'. Mejor apagué mis tabletas y se acabó".
Diana Patiño

Ahora, Diana decidió evitar el uso de estas apps en su nuevo proyecto, Kumo: Laboratorio de Café, donde las ventas están al 30% y son los baristas y el personal de las dos sucursales en la zona de Santa Fe quienes hacen entregas en puntos cercanos. Según Diana, sostiene al negocio la venta de grano tostado y de maquinaria para café e infusiones.

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"Si no estás en las apps, hay miles que sí"

En contraste, en Hijos del Maíz, una antojería mexicana con sedes en las colonias Nápoles y Roma Norte, no piensan abandonar las tres apps con las que realizan 50% de sus ventas: Didi Food, Uber Eats y Sin Delantal.

Sin embargo, la razón no está en las ganancias, sino en la presión por mantener la presencia y no desaparecer a los ojos de los usuarios de las apps.

"Somos tantos que, si no estás tú en las aplicaciones, hay 10,000 comercios más que sí están. Es como no estar en lo trend de lo que se vuelve una mecánica de compra. No es redituable como método de venta, pero sí como estrategia de posicionamiento de marca", explica Lilian Garín, propietaria del restaurante.

Aunque ahora ya puede recibir a clientes y llenar hasta 40% del local, Lilian señala que desde la reapertura se ocupan apenas una o dos mesas por día.

Su estrategia para mantener el negocio y los empleos que genera es atraer ventas directas. Poner un mensaje en la bolsa de papel que entrega a los repartidores de las apps con el número de Hijos del Maíz, distribuir su menú en chats vecinales y habilitar un enlace de pedidos en Facebook son las vías por las que capta la mitad de sus ingresos.

Sé que si la gente lo supiera, que nos cobran el 30% de comisión, preferiría mandar un mensaje directo, llamar, venir o pedir a domicilio directamente con nosotros".
Lilian Garín

Además, en Hijos del Maíz han hecho alianzas con panaderías y tortillerías locales para surtirse con ellas y 'alimentar' la economía de la colonia. La misma Lilian lleva pedidos en un scooter eléctrico que le vendió un amigo, pues en este momento cada venta es vital.

"No tengo repartidor, no tengo moto, y el mismo que te está entregando a lo mejor es el cocinero. Ha sido un tema de reingeniería general que nos ha puesto a prueba", dice.

"¿Sobreviviremos? No lo sé, pero estamos echándole todas las ganas que se pueda", sostiene.

A nivel sector, la fuga de ingresos por comisiones, ISR e IVA por las ventas en apps ya ha sido detectada por la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).

"Para que te des una idea: de cada 100 pesos nos cobran 45 y devuelven 55; realmente nos están descapitalizando. Benefició en el sentido de que tenemos más margen de venta, pero al analizarlo han sido perjudiciales las aplicaciones", advierte Marco Antonio Buendía, presidente de la Canirac capitalina.

Según la organización, la crisis causada por el COVID-19 provocará el cierre definitivo de 15% de los restaurantes de la ciudad, lo que representa alrededor de 75,000 negocios.

Hijos del Maíz
La dueña de Hijos del Maíz señala que seguir en las apps es parte de una estrategia para posicionar su marca más que una para generar ingresos.

La respuesta de las apps

La situación y las inconformidades de los restauranteros no han pasado inadvertidas para las empresas tecnológicas a cargo de las aplicaciones.

Uber Eats México lanzó del 19 a 26 de marzo una promoción para descontar 100% del costo del envío a los usuarios que pidieran a un restaurante local.

"En algunas áreas, eliminamos el costo de envío para restaurantes independientes en Uber Eats", señala la página de la empresa, aunque no da más detalles.

En marzo, Didi Food ofreció también la opción de dar propinas directamente a los restaurantes y de equiparar cada peso de descuento que pusieran estos para ofrecer productos hasta al 50% de su precio.

Repartidor
Durante el confinamiento, se registró un alza en los pedidos a domicilio.

Sin embargo, ninguna app ha accedido a bajar sus comisiones mientras se mantienen las restricciones del semáforo epidemiológico en la ciudad.

Rappi ofreció a los restaurantes disminuir a la mitad el cobro de este concepto durante la emergencia sanitaria, pero la propuesta incluye "letras pequeñas", advierte Ricardo Franco, de Dr. Pizza.

"Te hacen el 50% de descuento de la comisión, es decir, si tenías un 25% te cobran solo el 12.5%, pero lo demás se cobrará en los meses consecutivos", dice.

En Estados Unidos, San Francisco limitó al 15% del total de la venta el cobro de comisión de las apps durante la emergencia sanitaria, mientras en Nueva York el gobierno de la ciudad busca poner un tope del 10%.

En la CDMX, el tema aún no está en la agenda ni del gobierno ni del Congreso local.

"Aquí no tenemos un apoyo detrás, no les importa", se queja Lilian Garín, de Hijos del Maíz, quien, al igual que otros restauranteros, subraya que la mejor forma de ayudar a que un negocio sobreviva es comprar directamente en él.

"Los que tengan oportunidad sigan consumiendo con nosotros, nos da un poquito de fuerza a los restaurantes que estamos sobreviviendo. La lucha no ha terminado", dice Lilian.

"Si quieren ayudar a su restaurante favorito, marquen directo", coincide Franco.

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