La Ciudad de México no podrá pasar al semáforo naranja como se tenía previsto y deberá mantener las restricciones que comprende el semáforo rojo, anunció este viernes la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
“La Ciudad permanece para la próxima semana en semáforo rojo en transición al anaranjado. Esto significa que las actividades que habíamos anunciado la próxima semana no van a poder abrir, vamos a esperarnos para poder seguir disminuyendo contagios”, indicó en videoconferencia de prensa.
Aunque los contagios han disminuido durante las últimas dos semanas en la capital del país, este miércoles se registró un repunte en el número de personas hospitalizadas en especial los pacientes intubados.
Sheinbaum explicó que la capital sigue catalogada como rojo en el semáforo epidemiológico pese a encontrarse al 65% de ocupación hospitalaria, pues mantiene un 47% de positividad en pruebas de COVID-19 y se clasifica como amarillo en la tendencia de hospitalizados y síndrome COVID-19.
“Aunque la tendencia es a la baja todavía se nos coloca en semáforo rojo. (…) No ha disminuido (la ocupación hospitalaria) a una velocidad mayor y es preferible quedarnos en esta circunstancia que estamos en esta semana”, sostuvo.
La jefa de gobierno anunció que del 22 al 28 de junio, se detiene la reapertura parcial de las siguientes actividades:
Los restaurantes deberán dar servicio sólo para llegar o por entrega a domicilio, mientras en el caso de tianguis y mercados se limitará la venta a productos esenciales.
Sheinbaum indicó que para poder transitar a semáforo naranja es necesario que la capital sea clasificada así por la Secretaría de Salud federal, teniendo como principal factor la ocupación hospitalaria.
“Tendría que haber otra semana continua de disminución y ya disminuir por debajo del 65%. La idea también es ir en camino con el semáforo que da el Gobierno de México”, explicó.
Las 10 reglas básicas que deberán cumplir los establecimientos y sectores que ya se han reactivado son:
