Con solo dos entradas abiertas, la mayoría de los locales cerrados y el llamado aún vigente a evitar salir de casa ante la epidemia de COVID-19, el Mercado Medellín, en la colonia Roma, luce casi desierto.
Edith López es madre soltera y una de las locatarias que han luchado por mantener a flote el lugar. Su negocio es un local de frutas y verduras que heredó de su abuela, para el cual, ante la caída de las ventas, hizo anuncios en hojas de papel que repartió por la zona y difundió en Facebook que el sitio sigue abierto.
Después, cuando su hermano se quedó sin su empleo como guardia de seguridad en oficinas, lo invitó a trabajar con ella como repartidor y comenzó a entregar pedidos semanales que los clientes le envían por WhatsApp.