El desarme voluntario en la CDMX, ¿un programa efectivo contra la violencia?

En lo que toca a la CDMX, la funcionaria ve como un éxito los resultados hasta ahora obtenidos. Según cifras oficiales, del 21 de enero al 21 de octubre han sido recuperadas y destruidas 4,240 armas: 3,397 cortas, 589 largas y 254 granadas.

A esto se suman 889,650 cartuchos, 7,411 estopines y seis cartuchos de dinamita.

“Nosotros pensamos que, si vamos a ese mismo paso, vamos a estar rebasando sin duda la meta que nos hemos propuesto”, dijo Rodríguez en agosto pasado al término de la entrega de patrullas en Tláhuac, cuando explicó que el objetivo es llegar a las 5,000 armas para finales de 2019.

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Sin embargo, la propia secretaria ha admitido que las autoridades no cuentan con una evaluación de los impactos del programa de desarme voluntario, más allá del número de piezas recuperadas o destruidas.

Hasta el momento, la CDMX tiene 15 módulos para la entrega de armas. El más reciente es el que fue instalado en Iztapalapa, frente a la Parroquia Jesús Nazareno, como parte de una política pública que busca “contribuir a la disminución de los altos índices de violencia, generando conciencia en la población sobre los riesgos de contar con armas de fuego y municiones”, según su página oficial .

Contra el uso clandestino de armas

Para participar en el programa, los ciudadanos interesados pueden acudir a alguno de los módulos, donde entregan las armas que tengan, reciben dinero a cambio —de acuerdo con el tabulador oficial— y dicho armamento es destruido por militares.

Hasta agosto pasado, las alcaldías que encabezaban la lista de armas entregadas eran Azcapotzalco, con 808; Coyoacán, con 690; Iztapalapa, con 639; Gustavo A. Madero, con 400; Cuauhtémoc, con 188, y Venustiano Carranza, con 180.

Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia en la CDMX, considera que el programa da a las personas la oportunidad de deshacerse de las armas que tienen en sus hogares y que representan un riesgo. Además, considera, ayuda a evitar que más piezas lleguen a un mercado negro alimentado por el armamento traficado desde Estados Unidos.

“Sí hay un mercado negro muy importante de armas, que no ha sido detenido por el propio interés, por una parte, de los fabricantes de armas en Estados Unidos y, por otra, de las organizaciones delictivas que aún operan por todo el país”, dice.

“El propósito del programa es terminar con el uso clandestino de las armas. A nivel amplio, recuperar la paz y la seguridad, en específico, terminar con el uso clandestino e ilegal de las armas”, sostiene.

Expertos ven alcance limitado

El flujo ilegal de armas en México ha vuelto a quedar en la mira en los últimos días, a raíz del operativo de fuerzas federales contra Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán, en el que hombres identificados como integrantes del Cártel de Sinaloa mostraron armamento de alto poder.

Después de esto, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador volvió a demandar a Estados Unidos que refuerce sus acciones para frenar el tráfico de armas desde su territorio.

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Dentro de ese contexto, expertos como Manuel Vélez, subdirector de Investigación del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), consideran que es poca la incidencia real del programa de desarme en el uso de armas en delitos como robo u homicidio.

“La población objetivo son precisamente esas personas que tienen un arma porque las heredaron del abuelo de la Revolución o se hicieron de un arma en un momento de necesidad”, advierte.

“Quienes no es factible que lleven sus armas al canje son quienes las utilizan como herramientas de ‘trabajo’”, agrega el especialista.

Además, mientras una pistola Five-seveN —conocida en México como “mata policías” porque sus disparos atraviesan chalecos antibalas— en los módulos se recibe por 10,000 pesos, en internet se ofrece hasta en 57,000.

El refuerzo necesario

“Si nosotros queremos desarmar a los integrantes de los grupos criminales, este programa de canje de armas no está diseñado en función del mercado de armas ilícito”, dice Vélez.

“¿A dónde es más posible que vaya este tipo de persona? ¿Al mercado negro a vender su arma o al programa de canje? No se puede estar ofreciendo menos de lo que se obtendría en el mercado negro”, agrega.

Para el especialista, deben explorarse varios caminos para “hacerle la guerra a las armas”: por un lado, reforzar el canje adecuando precios y homologando criterios en todo el país; por otro, apretar las acciones para decomisar armamento.

“De lo contrario, los programas de canje de armas van a tener solo efectos mediáticos: ‘destruimos tantas armas’ y va a estar cualquier autoridad en la foto”, alerta.

Respecto del decomiso, Vélez advierte de que mientras en 2011 se aseguraron 40,406 armas, en 2018 fueron solamente 5,144, según cifras de la Fiscalía General de la República (FGR).

Datos obtenidos por Expansión Política muestran también que, durante los sexenios de Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018), las autoridades incautaron menos de 10% de las armas que ingresaron al país .

Mientras tanto, las cifras oficiales indican que la CDMX ha tenido un incremento en los homicidios dolosos. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de enero a septiembre de este año se registraron 1,233 víctimas de asesinato, lo que representa un alza de 4.58% respecto de los mismos meses de 2018, cuando hubo 1,179.

De los crímenes de este tipo contabilizados en la capital en 2019, 910 se cometieron con arma de fuego.