Núñez estima que hay unos 100,000 comerciantes en las calles de la Cuauhtémoc. Para vigilarlos, hoy existen 72 supervisores de vía pública, quienes trabajan bajo un modelo de atención que requiere cambios, añade el alcalde, pues el retirar puestos que regresan a instalarse en cuanto el representante de la alcaldía pasa a otra zona es inútil y se presta a corrupción.
“Hay liderazgos que buscan corromper al supervisor de vía pública, que aprovechan que el supervisor no está y se ponen”, dice.
“Ahí sostengo y admito que tenemos un problema institucional. Necesitamos cambiar la metodología de atención de la denuncia del comercio que está de manera irregular”, advierte.
Sobre si ha tenido presión por parte de líderes de comerciantes como Diana Sánchez Barrios, quien coordinó su campaña en 2018, niega que hasta ahora haya ocurrido o que exista un pacto con la representante de este sector.
“Diana participó, como muchos liderazgos, en la campaña de tu servidor para alcalde de la Cuauhtémoc, y de ahí se ha dicho que tenemos acuerdo y que se le permite todo, esto es falso”, sostiene.
“Al contrario, le hemos estado nosotros exigiendo a Diana en la estrategia de microcuadrantes, que coordinamos con el gobierno de la ciudad, que ayuden a retirarse (del Centro Histórico) y que se regresen a las plazas comerciales que se les han dado en gobiernos anteriores”, afirma.