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#ZonaLibre | Migrantes, la fuerza que EU quiere desaparecer

Aunque se han realizado menos expulsiones que en la era Obama, el enfoque ha sido más agresivo en términos de persecución y criminalización de los migrantes.
vie 31 enero 2025 06:02 AM
#ZonaLibre | Migrantes, la fuerza que EU quiere desaparecer
Manifestantes que se oponen a posibles redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en escuelas públicas tienen carteles fuera del Departamento de Educación del Estado durante su reunión mensual de la junta directiva en Oklahoma City, Oklahoma, EU, el 28 de enero de 2025.

Estados Unidos ha sido construido sobre la base del trabajo y el sacrificio de migrantes. Desde su fundación, ha sido un país que ha recibido a quienes buscan una vida mejor, aportando su talento y esfuerzo a la economía. Sin embargo, hoy en día, la comunidad latina enfrenta una crisis sin precedentes, resultado de políticas migratorias amenazan su estabilidad y afectan directamente el desarrollo del país.

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La fuerza económica de los migrantes latinos

Hablar de migrantes latinos en Estados Unidos es hablar de una comunidad que mantiene en marcha sectores clave de la economía. Desde la agricultura hasta la construcción, la hotelería y los servicios, su trabajo es esencial para el funcionamiento de la nación. Según el Pew Research Center, los latinos representan casi el 18% de la población estadounidense y desempeñan un papel fundamental en la economía, contribuyendo con más de 2.8 billones de dólares al PIB.

A pesar de su importancia, las políticas migratorias recientes han puesto en jaque a esta comunidad, generando redadas y deportaciones masivas que han dejado campos de cultivo vacíos, tiendas sin empleados y empresas en crisis. Las cosechas se están perdiendo porque no hay trabajadores para recogerlas, y los negocios enfrentan problemas porque faltan manos que los mantengan en marcha.

Redadas que ahogan la economía

El discurso oficial justifica las redadas masivas como una estrategia para “sacar criminales de las calles”. Sin embargo, en la práctica, los operativos de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) han golpeado con más fuerza a trabajadores agrícolas, empleados de supermercados, obreros de construcción y personal de restaurantes.

Las imágenes de supermercados con estantes vacíos y campos de cultivo con frutas y verduras pudriéndose reflejan una crisis migratoria y una económica. Sin estos trabajadores, la inflación sube, los precios de los alimentos aumentan y el sector empresarial enfrenta una escasez de mano de obra que amenaza con afectar la recuperación económica tras la pandemia.

Expulsiones en la era Trump y una nueva amenaza

Durante la administración de Donald Trump, se intensificaron las deportaciones. Aunque se han realizado menos expulsiones que en la era Obama, el enfoque ha sido más agresivo en términos de persecución y criminalización de los migrantes. De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, más de 935,000 migrantes fueron expulsados entre 2017 y 2021 bajo diversas políticas, incluidas la separación de familias y la cancelación del programa DACA para jóvenes Dreamers.

El panorama actual es aún más alarmante con la propuesta de enviar a migrantes detenidos a Guantánamo, la prisión militar en Cuba que ha sido históricamente utilizada para retener a sospechosos de terrorismo. Este movimiento viola los derechos humanos y convierte en criminales a quienes buscan simplemente una vida mejor. Los tratados internacionales y las organizaciones de derechos humanos han advertido que esta acción podría representar una de las mayores violaciones a los principios de asilo y refugio de la era moderna.

Ciudades santuario, ¿la última esperanza?

A pesar de las medidas antiinmigrantes, algunas ciudades han mantenido su compromiso de proteger a los migrantes. Ciudades como Los Ángeles, Nueva York, Chicago y San Francisco siguen operando como ciudades santuario, lo que significa que limitan la cooperación con ICE y protegen a los migrantes de ser entregados a las autoridades federales sin una orden judicial. Sin embargo, estas ciudades están bajo constante amenaza, con presiones del gobierno federal para eliminar su estatus y facilitar las deportaciones.

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¿Y México? ¿Qué debemos hacer?

Ante este panorama, la actitud de México debe ser clara: defender a nuestros connacionales. Además de enviar discursos de solidaridad, se deben implementar acciones concretas para apoyar a los migrantes; esto incluye reforzar los consulados en Estados Unidos, proporcionar asesoría legal, impulsar programas de protección y garantizar que quienes sean deportados encuentren oportunidades en su país de origen.

México debe también exigir respeto a los derechos humanos y denunciar las medidas que buscan criminalizar la migración. No podemos permitir que nuestros paisanos sean tratados como amenazas cuando han sido pieza clave en la construcción de Estados Unidos.

Así como arropar con cariño y hospitalidad a cada uno de los migrantes que han sido despojados de sus derechos, al ser tratados como delincuentes.

La lucha por la dignidad y los derechos de los migrantes es un tema de política y de humanidad. La historia nos ha demostrado que la migración ha sido siempre una fuente de crecimiento y desarrollo. Es momento de recordárselo a Estados Unidos antes de que su propio sistema colapse bajo el peso de su intolerancia.

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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