El presidente López Obrador abandonará formalmente el poder en medio de procesos de expansión, consolidación o reconfiguración de los regímenes criminales que mantienen a varias regiones del país sumergidas en toda clase de violencias y que muchas veces no son captadas por las cifras oficiales, asociadas con la explotación de las economías locales. No cabe duda que en materia de seguridad pública frenar la expansión y los efectos de los regímenes criminales serán los retos principales de Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch.
Gobierno y sociedad civil organizada, una relación para construir seguridad
Por dicho motivo, la presidenta electa deberá echar mano de todas las capacidades institucionales disponibles e impulsar el desarrollo de muchas otras, no solamente en el ámbito federal, sino principalmente en el espacio local, pues las violencias cuentan con causas, dinámicas e impactos diferenciados a nivel territorial, incluso fenómenos que se consideran de índole transnacional. Desde este punto de vista se vuelve imprescindible comprender a profundidad dichos problemas e identificar y visibilizar lo que están haciendo bien las entidades federativas y muchos municipios para afrontarlos.
En este aspecto, la academia y las organizaciones de la sociedad civil que producen dicha evidencia pueden convertirse en aliados estratégicos para la construcción de seguridad ciudadana en el sexenio que está por comenzar. En nuestro país existen varias organizaciones que producen evidencia relevante para formular políticas públicas efectivas en materia de seguridad, como México Evalúa, Causa en Común, México Unido contra la Delincuencia, el Observatorio Nacional Ciudadano, el Instituto para la Seguridad y la Democracia, el programa de seguridad ciudadana de la universidad Iberoamericana, entre otras, varias de las cuales están sumando sus esfuerzos, por ejemplo a través de la Conferencia Internacional sobre Reducción de Homicidios.
Existen muchos proyectos encabezados por organizaciones civiles que el gobierno mexicano debe considerar para detonar la pacificación real y sostenida el próximo sexenio, pero ahora sólo señalo tres para detonar las discusiones:
- “ Policía desprotegida: ruta para su dignificación laboral” de México Evalúa : dicho proyecto propone un Estándar de Condiciones Laborales para las Policías Locales en México, que define y desagrega las prestaciones laborales mínimas y complementarías que deben recibir los policías en México. Dicho estándar se construyó con base en una revisión exhaustiva de la legislación en materia laboral y un análisis de los retos y necesidades de la función policial. En la actualidad, Ensenada y Monterrey han adoptado dicho esquema. El proyecto es sustantivo porque un desempeño policial excepcional simplemente es imposible si los oficiales no cuentan con incentivos para ello. Con dicho estándar, más estados y municipios pueden saber en qué estatus laboral se encuentran sus policías y cómo mejorarlo pensando en detonar la profesionalización policial. Un proyecto que está en línea con los esfuerzos de Causa en Común e Insyde.
- “Votar entre Balas” de Data Cívica-México Evalúa-Animal Político: este proyecto monitorea el comportamiento en el espacio y el tiempo de la violencia político-electoral o los ataques perpetrados por parte del crimen organizado en contra de actores político-gubernamentales, allende a los procesos electorales. Como al principio de este texto, muchas veces he señalado que el régimen criminal es el problema central en materia de seguridad en México a partir de mi conocimiento de estudios de casos, pero no hay todavía datos duros para visualizarlos a nivel nacional y en realidad todavía no hay evidencia sobre sus dinámicas e impactos que permita hacer inferencias y formular políticas. La evidencia de esta iniciativa es fundamental para dimensionar la expansión de los regímenes criminales, al menos en el componente político-administrativo. Si conocemos mejor el problema podremos afrontarlo. Un proyecto que se alinea con los esfuerzos del Laboratorio Electoral e Integralia.
- Estudio de la militarización del programa de seguridad ciudadana de la Universidad Iberoamericana: a través de diversos análisis, investigaciones y recursos digitales, dicho proyecto muestra la expansión del proceso de militarización y sus efectos nocivos en la sociedad. En un contexto en que la militarización parece irreversible, la evidencia es fundamental para definir cuáles son las tareas precisas en las que deberían de incursionar las Fuerzas Armadas y cuáles son aquellas áreas en donde se debe reconstruir la capacidad institucional de las policías y otras instituciones de carácter civil. Esta iniciativa se alinea con los trabajos de México Evalúa, Causa en Común y México Unido Contra la Delincuencia.
No estoy diciendo nada nuevo, pero siempre vale la pena señalar que es posible colaborar en el beneficio real de la población si el Estado permite espacios para la crítica rigurosa del ejercicio gubernamental y su consecuente corrección y la sociedad civil mantiene siempre una postura propositiva a favor del bienestar colectivo. La polarización debe terminar.
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Nota del editor: Armando Vargas (@BaVargash) es Doctor en Ciencia Política, profesor universitario y consultor especializado en (in)seguridad pública y riesgo político en Integralia Consultores (@Integralia_Mx). Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.