En estas elecciones 2024, además de la presidencia de la República, se renuevan los 628 escaños legislativos, 500 diputaciones y 128 senadurías. Por lo que hemos visto en el sexenio, la arena parlamentaria es sumamente relevante, ha sido el Legislativo junto con la Suprema Corte de Justicia de la Nación los principales diques de contención al gobierno para garantizar y preservar el Estado Constitucional de Derecho.
#ApuntesElectorales | En 2024 es el Congreso
La verdadera lucha por la continuidad de la autollamada cuarta transformación estará en la elección del Congreso de la Unión.
@EspinosaSilis
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Esto hace que en las campañas electorales que comienzan el 1 de marzo la agenda legislativa vaya a ser uno de los principales temas a debatir, sabemos que el presidente y Morena tienen su plan. El primero buscará incidir en la campaña a partir de sus propuestas de reformas constitucionales que no solo son polémica, sino que además serán un factor más de polarización en la vida política del país.
La apuesta presidencial no es que en el periodo de sesiones que apenas inició se aprueben las reformas, especialmente las más radicales que sin duda serán la energética, la electoral y la del Poder Judicial, sino que la apuesta es que esto ocurra de manera acelerada en los meses de agosto y septiembre, una vez que la nueva legislatura esté instalada y antes de que su periodo presidencial concluya; el plan C que tanto pregona Morena.
Para ello Morena y sus aliados, el PT y el Verde están trabajando en una campaña intensa desde hace meses o años, en la que no han escatimado en recursos. Han buscado todos lo recovecos de la ley para conseguir la mayoría calificada que necesitan en el Congreso, por eso en algunas entidades no van en coalición y en otras sí, ya que de esta manera los márgenes de sobre representación podrán ser más flexibles, incluso en el caso del Senado podrían llevarse tanto la elección de mayoría relativa como la de primera minoría y asegurar los tres escaños del Senado en algunas entidades.
Esto hace que si bien la Presidencia sea la elección más llamativa, probablemente no será la más importante, pues independientemente de quien obtenga el triunfo y encabece el Ejecutivo de 2024 a 2030, la verdadera lucha por la continuidad de la autollamada cuarta transformación estará en la elección del Congreso de la Unión.
El voto el próximo 2 de junio deberá ser uno razonado, en el que estemos totalmente consientes de la importancia de tener una Cámara de Diputados y una de Senadores que sean plurales, en la que la conformación de mayorías requiera acuerdos y mucha responsabilidad política.
Prácticamente todas las fuerzas políticas han dado a conocer sus listas de candidaturas, tanto por la vía de mayoría relativa como de representación proporcional, el crisol de perfiles es grande, desde quienes buscan la reelección, hasta quienes solo quieren el fuero.
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En los últimos días también se han dado a conocer diferentes estudios sobre el desempeño de las fuerzas políticas en la actual legislatura, quién votó con quien y qué temas priorizaron, vale la pena consultarlos (Reporte Legislativo Strategia Electoral y Buró Parlamentario ). En ambos se concluye que aunque la oposición generalmente se ha mantenido unida a fin de evitar que transiten algunas de las propuestas de Morena que requieren una mayoría más allá de la simple que ya tienen, también es evidente que en muchos casos ha sido el PRI el que le ha dado los votos necesarios para aprobar ciertos temas, como son algunas designaciones o la propia reforma constitucional que amplía la militarización del país.
Así es que no todo es la elección presidencial, no perdamos el foco de lo que decidamos para el Congreso, pues ahí están puestos los ojos de la autollamada 4t.
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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.
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