MALABARES
Ocurrente, como es, el Domador de Palacio se sacó de la chistera una idea y, confesado por él mismo como algo que apenas había pensado un día antes, es decir, sin un diagnóstico presupuestal, sin análisis financiero programado, sin mapeo logístico… soltó que pedirá crear una farmacia-almacén “con todas las medicinas del mundo”, algo así “como un banco de reserva de medicamentos”. Lo bueno del anuncio –porque algo bueno puede tener– es que ya se entendió por qué no pudo arrancar la operación de su empresa estatal para distribuir medicamentos (la que dijo que sería tan efectiva como las que reparten refrescos a todo el país), tampoco jaló el esquema de traslado con apoyo del Ejército o la estrategia de compras consolidadas o, incluso, hasta la compra masiva de fármacos con apoyo de la ONU, todo ello, con el mismo objetivo: que los hospitales y centros médicos del sector público tengan medicamentos... pero todo fue pura ocurrencia.