En materia económica, el entorno internacional ha presentado un contexto de incertidumbre. A lo largo de las últimas semanas, un foco de tensión fue la disputa que se presentó entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y el líder de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, por el techo de la deuda en el coloso del norte. Al final, ambos actores llegaron a un acuerdo presupuestario para suspender el mencionado techo de deuda de 31.4 billones de dólares hasta el 1 de enero del 2025. El Senado votó la noche del jueve s el proyecto de ley que fue aprobado el miércoles por la Cámara de Representantes.
#LaCoyunturaEconómica | Las proyecciones de crecimiento económico han mejorado
Pese a la preocupación que para algunos significó este episodio en nuestro principal socio comercial, a lo largo de la semana se publicaron datos que confirman que la economía mexicana vive un buen momento.
Por un lado, según datos presentados por el secretario de Hacianda, Rogelio Ramírez de la O, el país mostró un avance trimestral de 1.1% -entre enero y marzo- con lo que la actividad económica alcanzó un “piso de crecimiento” de 2.3% para el 2023. Caso seguido, la Secretaría de Economía detectó que la iniciativa privada ha realizado, a lo largo del presente año, 117 anuncios de inversión por parte de empresas que suman más de 48,000 millones de dólares (mdd). Según dicha dependencia, este año habrá una inversión de alrededor de 30,000 mdd, mientras que el resto se canalizará durante los siguientes tres años.
Por lo pronto, el dato de Inversión Extranjera Directa (IED) para el primer trimestre señala que ésta ascendió a 18,636 mdd. Al restar los flujos extraordinarios de la fusión de Televisa-Univisión y la reestructura de Aeroméxico de 2022, se puede ver que hubo un crecimiento de 48.5% respecto al dato preliminar y de 17.2% respecto al dato revisado del primer trimestre de 2022.
Las proyecciones de crecimiento para la economía mexicana han mejorado. Los datos confirman que frente a las malas expectativas que se tenían al inicio del año, por la sombra de una eventual recesión en Estados Unidos, la situación ha mejorado. No obstante, pese al optmismo que genera esta llegada de capitales, es necesario tener presente que el Inegi publicó también recientemente que, debido a la pérdida de tracción de la economía estadounidense, México registró una caída interanual tanto en sus exportaciones (-2.9%) como en sus importaciones (-3.3%) de productos en abril.
El llamado nearshoring ha ayudado a que se asienten nuevos capitales en el país, pero queda claro que el entorno reclama una visión estratégica precisa, sin sobresaltos y con claridad de rumbo. Por ello, las autoridades deberán ser muy cuidadosas en las decisiones que toman, la forma en que las anuncian, así como el eventual impacto que podrían generar.
Por ello, vale la pena analizar lo ocurrido en torno a la venta de Banamex que se había previsto por parte de Citigroup. Después de la declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador, de que su gobierno podría comprar dicha institución financiera, en caso de que Grupo México retirara su oferta, Citigroup anunció que pospondría la operación hasta 2025 y que la haría mediante una Oferta Pública Inicial (OPI) en el mercado de valores. Los expertos criticaron la constante intervención de AMLO y no pocos coincidieron en que sus declaraciones causaron que la venta se viniera abajo.
Al final, todos perdimos. La decisión de no vender Banamex implicó una derrota para Grupo México de Germán Larrea, pero también para Citigroup, que no logró vender. La sociedad mexicana en su conjunto perdió la oportunidad de que nuevas inversiones en el sector financiero se tradujeran en mejores servicios para los clientes. Incluso el gobierno perdió los 2,000 mdd en impuestos que hubiera podido cobrar, en caso de haberse celebrado la venta.
Sirva este capítulo para reflexionar sobre los retos que tendremos para los próximos meses. Frente a un escenario económico internacional incierto y con la carrera presidencial a tope en el entorno interno, será necesario evitar que el nerviosismo conduzca a tomar decisiones aceleradas. Se requerirá también mesura de parte de las autoridades, para impedir que la política contamine las variables económicas.
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Nota del editor: El autor es abogado y economista, fue diputado federal, senador de la República y aspirante a una candidatura independiente a la Presidencia. Síguelo en Twitter y/o en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.