El informe realizado por la Comisión de la Verdad y presentado por Alejandro Encinas, afirma que la desaparición de los estudiantes se trató de un “crimen de Estado”, en el que intervinieron grupos de la delincuencia organizada, coludidos con autoridades municipales, estatales y federales, así como la participación de mandos y tropas del Ejército Mexicano.
Esta investigación afirma que en ningún momento los estudiantes estuvieron juntos, ya que fueron separados en tres grupos, para posteriormente ser asesinados y llevados a lugares distintos. La Comisión da cuenta de la existencia de un joven llamado Julio César López, quien fungía como informante del Ejército.
La llamada “verdad histórica” se fundó sobre la base de un montaje, con información manipulada y con testimonios obtenidos a base de torturas, con el fin de establecer hipótesis ajenas a la verdad de los hechos.
Mientras que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se trataron de encuadrar estos acontecimientos como un “hecho fortuito”, en el gobierno de AMLO se subraya que todas las autoridades tuvieron conocimiento de “la movilización de los muchachos”, incluso desde días antes al 26 de septiembre.
Una vez que se le ha vinculado a proceso, Jesús Murillo Karam podría recibir una sentencia de 82 años de cárcel por desaparición forzada, tortura y delitos contra la administración de la justicia, tipos penales con los que fue imputado por la FGR. Esta dependencia busca imputar también a 20 militares, entre mandos y personal de tropa. Los padres de los 43 normalistas darán a conocer su posición el próximo jueves.
Mientras que el presidente López Obrador declaró que Murillo Karam podría apegarse al criterio de oportunidad, éste declaró que, si bien hubo errores en la investigación, “ninguno ha podido tirar la verdad histórica”.
Mas allá de esta nueva posición pública, lo cierto es que tanto alrededor de lo presentado con Murillo Karam como con lo recientemente expuesto por Alejandro Encinas, en todo momento ha estado presente la idea de que los estudiantes fueron atacados, pues habían tomado -por error o con conocimiento de causa- un camión que estaba cargado con droga (así lo supuso el propio Grupo Internacional de Expertos Independientes de la ONU).