El proceso de globalización que predominó por más de 30 años hoy está bajo escrutinio crítico en todo el mundo. La confrontación comercial entre Estados Unidos y China, la pandemia y la confrontación militar entre Rusia y Ucrania, dieron por terminada esa dinámica. La regionalización ha surgido como una ruta donde las potencias empiezan a replantear sus áreas de influencia.
Si Estados Unidos quiere mantener su liderazgo en Occidente y una predominancia significativa frente a China y Rusia, debe profundizar la fusión de procesos económicos, sociales y políticos en América del Norte. México jugará un papel crucial para ello.