Sabemos que Uruguay y Canadá han sido pioneros a nivel federal en regular el uso adulto de cannabis, implementando mercados comerciales con participación del sector privado, y resultando en ganancias tanto para las empresas ‘cannábicas’ como para el Estado en la recaudación de impuestos. Además, ya 19 estados en Estados Unidos han aprobado mercados regulados para el uso adulto, y actualmente existe un fuerte debate sobre la descriminalización, la eliminación de antecedentes penales, así como el acceso a bancos a nivel federal.
Un nuevo artículo de la Universidad de Ohio recomienda algunas modificaciones para fortalecer la iniciativa. La legislación ha visto varios cambios en los últimos meses con un mayor enfoque en la equidad social y reparación del daño.
Europa también ha dado un giro en torno al cannabis para uso adulto, desde países como Malta y Luxemburgo, diseñando políticas públicas para permitir el autocultivo y las asociaciones ‘cannábicas’. Alemania también avanza con una legislación bajo el nuevo gobierno de coalición.
En diciembre de 2021, en Malta se aprobó una legislación para que cualquier persona mayor de los 18 años pueda poseer hasta siete gramos de cannabis y cultivar hasta cuatro plantas. Cultivadores con fines personales podrán almacenar hasta 50 gramos de cannabis seca mientras el consumo en espacios públicos o en presencia de menores sigue ilegal y sujeto a multas.
La regulación también contempla asociaciones ‘cannábicas’ sin fines de lucro que pueden distribuir la planta y sus semillas entre sus hasta 500 integrantes y debe registrarse con la autoridad pertinente. La nueva Autoridad sobre el Uso Responsable de la Cannabis , que trabajará con el gobierno en una política nacional, también tendrá a su cargo la regulación de las asociaciones y su buen funcionamiento. La aprobación de la ley también reformó varios artículos de otras leyes, incluyendo la posibilidad de eliminar antecedentes penales por delitos de posesión de cannabis, la definición de cannabis, y la implementación de las asociaciones.
En octubre de 2021, Luxemburgo presentó una iniciativa para cambiar sus leyes respecto al cannabis, después del manifiesto del gobierno que entró en 2017 donde se comprometieron a tener un debate profundo sobre la regulación de cannabis para uso adulto. La visión del gobierno es crear “un sistema legal más justo para las personas usuarias de cannabis”.
La iniciativa es parecida a la propuesta de Malta con el autocultivo de hasta cuatro plantas, la posesión de hasta siete gramos en público y hasta 50 en la privacidad de tu casa, la eliminación de antecedentes penales, y la creación de clubes ‘cannábicos’ sin fines de lucro. Se ha pospuesto la discusión sobre un mercado comercial por las restricciones dentro de la Unión Europea, aunque lo han mencionado en distintos espacios.
Si Alemania avanza con una regulación integral del mercado de cannabis para uso adulto, será un “game-changer” en todos los sentidos. Los tres partidos políticos que componen la coalición centro-izquierda han dicho claramente que quieren “ introducir una oferta controlada de cannabis recreativo para adultos en tiendas reguladas ”, sin embargo, armonizar los distintos componentes dentro de los múltiples ministerios involucrados ha demostrado ser complejo.
El comisionado nacional de drogas alemán anticipa que la iniciativa será adoptada en el parlamento durante el siguiente año. Aunque las convenciones internacionales sobre control de drogas no permiten la regulación de mercados para usos que no sean científicos o medicinales, el gobierno ha hablado de la necesidad de moverse a un nuevo paradigma, con nuevas políticas alrededor de la cannabis para enfrentar los retos de 2022.
En julio del año en curso, ministros de los tres países, además de Holanda, se reunieron para discutir la regulación del uso adulto de cannabis y los temas legales que podrían surgir. Alemania, Luxemburgo y Malta salieron con una declaración conjunta diciendo que el estatus quo (la prohibición) ya no es sostenible ni viable.