Un segundo caso es el cabildo de Oaxaca de Juárez, la capital de aquel estado, el cual discute el consumo de cannabis en espacios públicos como consecuencia tanto de las detenciones arbitrarias sufridas por activistas cannábicos después de manifestaciones afuera del palacio municipal, como del establecimiento de un plantón en uno de los principales parques de la Ciudad, “El Llano”.
A semejanza del Plantón 420 que se encuentra fuera del Senado de la República, su principal objetivo es el respeto al libre desarrollo de la personalidad reconocido por la Suprema Corte (SCJN) en la Declaratoria General de Inconstitucionalidad.
A partir de las detenciones se entablaron mesas de trabajo para buscar la conciliación entre los activistas y la alcaldesa municipal, Flor Estela Morales Hernández. En la primera mesa se reconoció que el reglamento de policía municipal no sanciona el consumo de cannabis en vía pública sino la acción genérica de fumar en lugares donde esté prohibido. En el segundo espacio de diálogo se firmó un exhorto a las policías para que dejen de detener personas que consuman en vía pública.
Dicho exhorto, así como la presencia de activistas en “El Llano” llevó a la regidora de Derechos Humanos, Mirna López Torres a presentar un punto de acuerdo para declarar todos los parques de la Ciudad espacios libres de humo de cannabis, además de plantear modificaciones al reglamento de policías para cambiar el protocolo de actuación en casos de consumo en vía pública, con el objetivo de que primero haya un apercibimiento para apagar el cigarrillo, alejarse del lugar en casos donde haya niñas, niños y adolescentes o personas mayores de edad que no hayan dado su consentimiento, y sólo cuando esto no ocurra, proceder a detener y presentar ante un juez cívico.
Este punto de acuerdo todavía se está discutiendo. Por ello, desde la coalición #RegulaciónPorLaPaz presentamos un comunicado donde nos hemos posicionado para que se consolide el exhorto haciendo modificaciones al reglamento que garanticen los derechos de niñas, niños y adolescentes, el derecho al espacio público y el derecho al libre desarrollo de la personalidad.
Por su parte, en el Congreso de la Ciudad de México observamos mensajes confusos. Por un lado, se prepara una iniciativa para reformar la Ley Para la Atención Integral del Consumo de Sustancias Psicoactivas de la Ciudad de México, que en materia de cannabis plantea la separación estricta de mercados, el abastecimiento seguro, y el uso responsable del cannabis y sus derivados.
También busca dar la menor prioridad posible a los delitos por posesión simple y con intención de venta de pequeñas cantidades de cannabis. Además, plantea regular el consumo de cannabis de manera homóloga al del tabaco.
Paradójicamente, parece que los acuerdos implícitos sobre ciertos espacios “liberados” comienzan a cambiar. El Plantón 420 , que se encuentra afuera del Senado de la República continúa, también se nota cierta flexibilidad alrededor de otros espacios públicos donde se juntan personas para consumir cannabis, como la Estela de Luz.
Sin embargo, la plaza de la “mexicanidad” que se encuentra enfrente de la SCJN desde hace unas semanas ha estado cerrada por vallas, e incluso el 31 de mayo mediante un decreto , fue declarado espacio libre de humo de tabaco, lo que muy seguramente irá en detrimento también para los activistas cannábicos.