Afortunadamente, lo que no se mueve en el escaparate nacional parece que avanza en los escenarios locales y estatales. En ellos vemos una oportunidad ya que existen movimientos potentes además de contextos políticos más favorables para la agenda a favor de los derechos humanos.
Por lo pronto, algunos estados y municipios han comenzado a trazar una ruta alternativa, y desde #RegulaciónPorLaPaz hemos seguido de cerca estos esfuerzos. A continuación, repasamos algunos ejemplos que, esperemos, puedan inspirar mayores cambios en otras partes del país.
Inspirado en las reformas estatales en Estados Unidos, en junio de 2021, el Gobernador de Baja California propuso una iniciativa de ley para autorizar el uso medicinal y adulto de la cannabis , contemplando tres tipos de impuestos y una agencia regulatoria a nivel estatal.
Mayores de 18 años podrían participar en el mercado siempre, al igual que extranjeros que acreditaran su residencia con la Secretaría de Relaciones Exteriores. Se prohibía el consumo en lugares públicos, en vehículos, el transporte público y en la presencia de menores de edad. La propuesta impulsaba establecimientos autorizados pero sin publicidad, y solamente a mil metros de distancia de metros, escuelas, lugares religiosos y lugares de eventos.
Después de anunciar este hecho “histórico”, ahí quedó parada la iniciativa. Algunos dirían que fue un periodicazo nada más, mientras otros sabían que no es viable regular el mercado de cannabis a nivel estatal, ya que es la Ley General de Salud y el Código Penal Federal las que determinan qué se puede y no hacer.
La regulación de estas actividades no está en la competencia estatal, sino federal. Por eso, el gobernador debió haber empezado emitiendo una orden directa a policías estatales y municipales para no continuar deteniendo a personas por posesión simple como una primera acción. Lo que sí fue claro en este caso es el interés que despertó, y cómo los medios anunciaron la iniciativa como una opción cuando nunca lo fue. La vía de Estados Unidos no será nuestro futuro, aunque anhelamos la posibilidad.