Tras la reunión entre el presidente López Obrador con Joe Biden, queda la impresión de que ambos mandatarios simplemente no logran construir una visión hemisférica trascendente.
Hubo propuestas para “arreglar” la inflación, que generaron más confusión que orientación. Tal es el caso de plantear venderle gasolina barata a los estadounidenses, ¿a costa de nuestros subsidios?
Por encima de ocurrencias, el tema central fue el migratorio. Destacó como positiva y audaz la solicitud por parte de AMLO de aumentar las visas temporales de trabajo. Desafortunadamente esto no es políticamente viable por el momento. La elección que habrá en noviembre próximo y la baja calificación que tiene Biden -según el NYT, apenas un 33% de la población apoya su gestión- harán que quede en el tintero.
El mundo cambia exponencialmente y México ocupa un lugar inigualable para ser líder en esta nueva era de transformaciones geopolíticas. Su posición privilegiada en el hemisferio norteamericano le asegura consolidarse como el puente entre el norte y el sur, pero también entre Asia y Europa.
Hoy que surge la imagen de un mundo que se divide progresivamente sobre una base nacional y continental, nuestro país puede configurar una política de “doble circulación”, en la que al mismo tiempo que se fortalezca regionalmente con Estados Unidos, Canadá e incluso el Reino Unido en torno al T-MEC, sea un nodo de encuentro para mantener una integración a escala planetaria.
Resumen del encuentro entre AMLO y Biden en Washington
Tanto el “nearshoring” con Estados Unidos como la conexión que buscan mantener las empresas chinas a ese mercado provocaron que en 2021 entrara una cifra récord por 31.7 mil millones de dólares. La llegada de Inversión Extranjera Directa (IED) destinada a manufacturas, principalmente en las regiones del norte y el Bajío, dan muestra de la relevancia estratégica de nuestro territorio nacional.