De acuerdo con el Informe de ONU Mujeres “Violencia contra mujeres y niñas en el espacio digital lo que es virtual también es real” el ciberacoso afecta a 9.4 millones de mujeres en México. Además, se estimó que las mujeres pertenecientes a minorías étnicas, a comunidades indígenas o LGTBI+, así como mujeres con discapacidades son particularmente víctimas de la violencia digital.
Para ONU Mujeres, la violencia digital contra las niñas, adolescentes y mujeres es tan real como cualquier otra forma de violencia. La violencia de género en el espacio digital las excluye y las silencia, y se encuentra asociada con impactos psicológicos, sociales y de salud reproductiva; y en algunos casos, con violencia sexual y física fuera del espacio virtual.
En ese mismo sentido, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México a través de su informe “Violencia Digital contra las mujeres en la Ciudad de México” recalcó que este tipo de violencia es un problema de género. Pues es una violencia que trasciende del entorno físico al entorno digital, en donde se reproducen comportamientos discriminatorios y violentos que se encuentran normalizados.
En este estudio de la CDHCMX, especialistas y colectivas feministas recalcaron que este no es un fenómeno nuevo, sino que forma parte de una violencia histórica que se presenta en nuevas plataformas, ya que estas tecnologías potencian estas formas de violencia al difundirlas masivamente en plataformas de Internet.
En nuestro país, colectivos de mujeres han trabajado activamente para impulsar y promover a nivel nacional, diversas disposiciones normativas que aseguren una vida más equitativa y segura. Concretamente para la visibilización y reconocimiento de la ciberviolencia y las violencias específicas a las que son sujetas las niñas, adolescentes y mujeres en su interacción digital. Como muestra, la Ley Olimpia, aprobada en el Senado de la República en noviembre de 2020, la cual está conformada por un conjunto de reformas que reconocen sanciones para la violencia digital y mediática, a fin de castigar el acoso, hostigamiento y difusión de contenido sexual en plataformas digitales y en medios de comunicación.
Asimismo, es importante mencionar los esfuerzos de la sociedad civil y los colectivos de mujeres para reconocer y documentar el impacto de la violencia digital, por ejemplo, los estudios e informes de la organización Luchadoras , Cultivemos Género AC , la Cátedra Unesco-AMIDI y Artículo 19 .
Así como Chidas en Línea , un proyecto independiente que conjuntó a un grupo de mujeres que buscan identificar cómo afecta la violencia de género a las adolescentes en México. En su proyecto “Chidas en línea. Un estudio sobre el impacto de la violencia digital contra las adolescentes en México” encontraron que las violencias que más afectan a las adolescentes son el acoso, las expresiones discriminatorias y las campañas de desprestigio.
Además, las adolescentes mexicanas afirmaron haber sufrido: amenazas, control y manipulación de información, suplantación o robo de identidad, difusión de información personal y de contenido íntimo sin su consentimiento.
La violencia contra niñas, adolescentes y las mujeres en el ámbito digital se concibe como mecanismo de intimidación, control, discriminación, desprestigio, daño emocional, vulneración de sus datos personales, su privacidad y honor, así como una limitación de sus libertades y derechos humanos.