En esta coyuntura cabe señalar que no sólo en Afganistán existe la persecución y amenaza letal en contra de la población LGBTTTI desde el Estado, de hecho, está presente en aquellos países donde -en mayor o menor medida- influye La Sharia, o también la denominada ley islámica; en la toma de las decisiones para impartir justicia.
La International Lesbian, Gay, Bisexual, Trans and Intersexual Association (ILGA por sus siglas en inglés) reportó en 2020 en su informe Homofobia de Estado: Actualización del Panorama Global de la Legislación * que “tenemos la plena seguridad jurídica de que la pena de muerte es el castigo prescrito legalmente para los actos sexuales consensuales entre personas adultas del mismo sexo en seis Estados Miembros de Naciones Unidas, a saber: Arabia Saudita, Brunei, Irán, Mauritania, Nigeria (sólo 12 Estados del Norte) y Yemen”.
Por otra parte, ILGA también reconoció que “podría potencialmente imponerse la pena de muerte por actos sexuales consensuales entre personas adultas del mismo sexo, pero en los que hay menos certeza jurídica al respecto” en Afganistán, Emiratos Árabes Unidos, Pakistán, Qatar y Somalia (incluida Somalilandia).