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El reto imposible de Ramírez de la O

La recuperación post-pandemia está en manos de un secretario que tiene una misión imposible. Mismo dilema de Urzúa y Herrera.
mié 04 agosto 2021 11:59 PM
Rogelio Ramírez de la O en entrevista (Rogelio Ramírez de la O, nuevo secretario de Hacienda)
Rogelio Ramírez de la O, nuevo secretario de Hacienda y Crédito Público, durante la Comisión de Hacienda y Crédito Público.

A López Obrador le fascina darle encargos imposibles a su equipo y medirlos con base en su capacidad de lograrlos. El lugar en donde más lo ha hecho es la Secretaría de Hacienda y esto ha sido evidente en cada uno de los tres secretarios que han pasado por ella.

El primero fue Carlos Urzúa. A él se le dio la tarea imposible de desarrollar un Plan Nacional de Desarrollo sin plan, y de complementarlo con recursos que no tenía. La tarea no era nada fácil. Consistía en fungir como una isla técnica para los deseos de un gobierno en extremo idealista y de facciones al interior de la 4T que eran muy ideológicas.

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Renunció. Ante la misión imposible fue honesto y argumentó, en una carta pública, que el gobierno federal tomaba decisiones sin suficiente sustento. Sus convicciones, en favor de la evidencia y en contra de todo extremismo, le hacían imposible continuar abordo.

El segundo encargado de una misión imposible fue Arturo Herrera, sucesor de Urzúa. A él no solo se le encargó lo mismo que a Urzúa sino que el destino le dio enfrentar una tarea de proporciones cataclísmicas: una pandemia.

Herrera fue el encargado de lidiar con las dos primeras olas de la pandemia con una política ortodoxa: finanzas públicas estables, sin un paquete contra-cíclico. El resultado fueron múltiples tragos amargos. México se convirtió en uno de los países del mundo donde menos dinero se invirtió en apoyos hacia las personas y los negocios. La crisis fue en extremo dura, innecesariamente dura.

El tercero es Rogelio Ramírez de la O, un economista experimentado que estará a cargo de cerrar el sexenio de López Obrador y sobre todo de la misión más imposible de todas: lograr una recuperación económica post-pandemia sin dinero.

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Su encomienda no es menor: se le ha pedido que ayude a sacar a México de la crisis económica más fuerte que hemos experimentado desde los años treinta, pero sin una reforma fiscal que aumente los impuestos. Es decir, se le ha pedido lo imposible.

México recauda menos impuestos que las Bahamas y tiene un gasto en salud similar al de África subsahariana. El gasto de gobierno es inferior al de la gran mayoría de los países del mundo y lo ha sido aún más durante la pandemia. Si el paquete contra-cíclico de Herrera hubiera sido más generoso, la recuperación sería más fácil. No lo será.

Ramírez de la O deberá encontrar su principal aliado en Raquel Buenrostro. La única forma en la que la economía mexicana se recuperará es con mayor inversión y ello requerirá más recursos que, dada la falta de reforma fiscal, solo el SAT podrá darle.

En este sentido, Ramírez de la O será un gran promotor de regulaciones contra el outsourcing y contra las empresas fantasma ya que, del impacto de estas regulaciones dependerá su propio éxito como secretario de Hacienda.

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Con todo ello puede que no sea posible rescatar a México con la velocidad con la que López Obrador espera. Ello creará tensiones sobre todo si el presidente continúa embelesado con la idea de rescatar a PEMEX, CFE y abrir una gasera pública sin utilidad esperada.

Esperemos que Ramírez de la O sea fiel a sus convicciones y encuentre la manera de comunicarle a la 4T lo que deberían saber desde hace mucho tiempo: México no tiene dinero y los sueños de López Obrador no pueden aterrizarse sin más recursos.

Alguien tiene que decirle al emperador que no tiene ropas, ojalá ese alguien sea Ramírez de al O.

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Nota del editor:

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única de la autora.

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