Por eso la próxima consulta popular para ver si se debe o no enjuiciar a expresidentes (sin importar que la ley ya lo permite), es de sus asideros para reponerse de críticas y señalamientos contra sus acciones. No por nada ya vemos publicidad promovida por la 4T con las caras de los expresidentes que más acusa de corruptos.
Los resultados de la elección intermedia no fueron positivos para la 4T en cuanto a la Cámara de Diputados, pero tampoco fueron tan malos como podrían haber sido si la oposición tuviera estrategia real.
Pero a nivel local, el Presidente tuvo grandes logros. No sólo ganó 11 de las 15 gubernaturas (para llegar ya a 17), sino que también mantuvo al menos 18 congresos locales, lo cual parecía imposible. Si bien perdió Alcaldías importantes, su presencia territorial creció.
Esto, en buena medida, se debe a que su magistral manera de comunicar está perfectamente enfocada en su público, aquel que le permite mantener una base electoral sólida. Y a que ningún otro actor está teniendo la capacidad de comunicar, o de entender el ánimo social.
Esta comunicación ha logrado ejercer presión social contra muchos actores. Y el Presidente sabe aprovecharlo, como seguramente lo hará ahora que el Poder Judicial echó abajo la primera suspensión contra su ley eléctrica de manera sorpresiva.
Aún faltan varias suspensiones, pero será cuestión de semanas para que también se reviertan y pueda implementar su ley. Aunque, si bien fue por temas de procedimiento, la decisión judicial deja una puerta abierta a que, en cuanto se tenga la reglamentación de la ley, se de otra ola de amparos.