Concluyó el viaje relámpago de Kamala Harris , la vicepresidenta de Estados Unidos, a Guatemala y México. La nota es que no hubo nota. Al menos no en México.
En Guatemala, Harris aprovechó la visita para hablar fuerte contra la corrupción y advertir a los migrantes de los peligros de intentar emigrar al norte. Incluso, les advirtió: no vayan a Estados Unidos. El tono punitivo le ganó varias críticas entre demócratas progresistas y activistas en pro de los derechos de los inmigrantes.