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#LaEstampa | El progresista Joe Biden

Las propuestas de Biden, que tendrán un costo superior a los cuatro billones de dólares, merecen un análisis detallado. Baste decir, sin embargo, que se trata de una apuesta por el futuro.
jue 29 abril 2021 06:20 AM
U.S. President Joe Biden's first address to a joint session of Congress
El presidente Joe Bidenen sesión del Congreso.

Una de las preguntas centrales para los demócratas en la última elección era si Joe Biden, un hombre de larga trayectoria como moderado, se atrevería, de ganar la presidencia, a adoptar al menos parte de la agenda del ala progresista del partido. Muchos supusieron que las prioridades progresistas quedarían relegadas y Biden seguiría la pauta que ha marcado su carrera en Washington: una suerte de obstinación conciliatoria que, en tiempos de polarización, auguraba parálisis y timidez de proyecto.

¡Cómo cambian las cosas!

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Ayer, en su primer mensaje frente al Congreso, Joe Biden reveló la segunda parte de su ambicioso plan de transformación progresista y confirmó una dinámica peculiar y, seguramente para muchos miembros del ala progresista demócrata, sorprendente: Biden se ha convertido en el mejor aliado –y vehículo– de una larga lista de asuntos que, se pensaba, solo podría poner en la mesa un alguien como Bernie Sanders. “Biden ha rebasado las expectativas de los progresistas”, declaró hace poco la congresista Alexandria Ocasio-Cortez.

Las propuestas de Biden, que tendrán un costo superior a los cuatro billones de dólares, merecen un análisis detallado. Baste decir, sin embargo, que se trata de una apuesta por el futuro. Biden ha incluido apoyos a educación temprana y cuidado infantil y respaldo a las mujeres en el mercado laboral. La apuesta de infraestructura comienza con los caminos, pero se concentra claramente en la transición hacia una nueva era: incentivos para energías renovables, inversión en banda ancha y autos eléctricos.

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Biden pretende financiar su proyecto a través de nuevos impuestos a los que más ganan y a las corporaciones, muchas de las cuales no cumplen como deberían con el verdadero calibre de su deber como contribuyentes.

El triunfo del plan de Biden no está asegurado. Ni de lejos. La oposición republicana mostrará la intransigencia habitual, y más cuando se trata de cantidades de este tamaño. Biden seguramente tendrá que negociar. En cualquier caso, ya ha resuelto aquel temor de los simpatizantes de Sanders. Ha resultado el mejor vehículo para una agenda que muchos pensaron que le sería ajena.

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Nota del editor:

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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