Asimismo, las sanciones que se restablecieron con la salida de los Estados Unidos del acuerdo dificultan cualquier negociación en este momento. En 2018, y con el propósito de obligar al gobierno irání a negociar en los términos que el presidente Donald Trump decidiera, se impusieron nuevas sanciones. Esto significó, entre otras cosas, una prohibición a la venta de armas y un embargo económico casi total, que incluyó sanciones a las empresas que hacen negocios con Irán, una prohibición de todas las importaciones de origen iraní, incluido el petróleo, y sanciones a las instituciones financieras iraníes.
Las causas que se citaron como justificaciones para reimponer sanciones fueron más allá de la existencia de un programa nuclear en Irán. El gobierno de Donald Trump argumentó que eran necesarias estas sanciones debido al supuesto apoyo, de forma constante, a muchos grupos terroristas por parte de Irán. Según informes del Departamento de Estado, Irán financia, entrena y arma a Hezbollah y otras fuerzas chiitas en Siria, pero también proporciona armas, entrenamiento y financiamiento a Hamas y otros grupos terroristas palestinos. Como parte de cualquier acuerdo, Irán ha solicitado que los Estados Unidos levante las sanciones adicionales. Sin embargo, podría ser bastante complicado para el nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, desvincular estas sanciones de los apoyos que Irán continúa otorgando a grupos terroristas. Se necesitarán evaluar todas las salidas posibles para evitar estos temas, y aún así, lograr levantar sanciones a instituciones importantes, como lo son el Banco Central de Irán, y la Compañía Nacional de Petróleo Iraní.
No todo está perdido, y las probabilidades de llegar a un nuevo acuerdo son altas. Todos los actores involucrados tienen algo que ganar. Primero, y lo más importante, sería detener el desarrollo del programa nuclear iraní. Cualquier nuevo acuerdo obligaría a Irán a someterse a inspecciones internacionales. Del otro lado, Irán necesita que se levanten las sanciones para comercializar su petróleo, más en un momento en el que los precios del barril continúan al alza.
Por ahora, en los primeros acercamientos, Irán ha insistido en que Estados Unidos ya no es miembro del acuerdo nuclear. Por lo tanto, Washington debería de volver a cumplir con el acuerdo antes de poder ser un actor en las conversaciones. Ante ello, funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos han señalado que estas opiniones arrojan dudas sobre si el gobierno iraní tiene realmente la intención de volver a cumplir con las condiciones del acuerdo. Por su parte, Estados Unidos argumenta que Irán debería volver a cumplir con el acuerdo antes de que Estados Unidos se reincorpore al mismo.