Las del 6 de junio serán las elecciones más grandes y más confusas en el peor momento de la historia del país. Se trata de los comicios en los que estará en juego el mayor número de cargos y en los que podrá votar el mayor número de ciudadanos. Pero este ejercicio se desarrollará en medio de una pandemia que ha producido consecuencias realmente negativas en lo económico y lo social. También tendrá efectos en el desarrollo democrático, aunque falta tiempo para conocer sobre su profundidad.
El aspecto logístico de las próximas elecciones es todo un reto, y sin embargo se da por sentado que se desarrollarán sin contratiempos. Poco se repara en los esfuerzos que realizan las instituciones electorales para cumplir con su cometido. De manera soterrada los institutos locales hacen lo que pueden para cumplir con su responsabilidad. No sólo cuentan con menos recursos, sino que, no debe olvidarse, también han sido afectados por la pandemia: el mayor desafío de logística electoral en México se desarrolla con menos recursos y con menos personal.