En 2015, fue postulada candidata por el PRI y fue electa diputada a la LXI Legislatura del Congreso de Yucatán. En 2018, abandonó el cargo de diputada local para ser candidata a senadora en segunda fórmula con ni más ni menos que Jorge Carlos Ramírez Marín y resultaron ganadores para el periodo de 2018 a 2024.
Pero mire lo que es la vida, Verónica llegó como senadora del PRI, de ahí se pasó al “incorruptible” Partido Verde para que les dieran los números y pudieran formar bancada y ¡hasta hace muuuuy poquito se pasó a Morena! Vaya, el chapulineo que a muchos les lleva muchos años, a ella le llevó menos de tres.
Al anunciar su traslado a la bancada morena, la yucateca dijo querer seguir sumando a la transformación del país. Eso sí, los morenistas de Yucatán, que no olvidan que en 2018 hizo campaña por José Antonio Meade y el PRI, no ven con buenos ojos la llegada de Camino; tanto así que su presentación se dio entre acusaciones y protestas por su falta congruencia y credibilidad.
De compañera a rival
Aunque ella insista en que no, Camino Farjat está más que puesta para ser la candidata morenista a la alcaldía de Mérida. Ahí se enfrentará ¡al “gordo Ramírez Marín”! Así es, su excompañero de fórmula en 2018 y quien le ayudó, con su arrastre popular, a llegar al Senado. Parece que la senadora no sólo es camaleónica, también tiene dotes de sanguijuela; sacando lo que puede de cada partido y a sus antiguos amigos.