El plan es que las instituciones de salud ejerzan 687.8 mmdp en 2021. Eso es 13.1 mmdp por arriba del gasto aprobado para 2020. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que este año se retiraron del Fondo de Salud para el Bienestar 40 mmdp para financiar al Insabi, recursos que no se contemplaron en el PPEF 2021. Al sumar este monto adicional, en realidad en 2021 el gasto funcional en salud irá... 4% por debajo.
A la luz de estos datos, dudamos muchísimo que la prioridad de este gobierno para el próximo año esté en la salud...
Por si fuera poco, también nos preocupan este par de “evidencias”.
● Que 63% del presupuesto de la Secretaría de Salud —la única institución que en el PPEF recibirá recursos extraordinarios para atender a la población sin seguridad social— se ejerza a través del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), aun cuando éste no cuenta con reglas de operación que lo obliguen a evaluar sus resultados y a promover un trato justo para los beneficiarios.
● Que se estén descuidando aspectos importantes de salud por atender sólo COVID-19. El programa de Salud Materna, Sexual y Reproductiva tendrá un presupuesto menor en 19.5% al aprobado en 2020. Atención de VIH, Vacunación y el de Prevención y atención contra las adicciones son otros programas que enfrentarán recortes.