Llevamos años sumidos en una crisis de inseguridad, pero aún no tenemos información completa sobre el fenómeno delictivo. Habitualmente, analizamos la incidencia delictiva a partir de mediciones limitadas y poco efectivas: las carpetas de investigación, la principal fuente oficial, genera información incompleta sobre el fenómeno criminal.
Permítanme explicarles: de los más de 33 millones de delitos que ocurren en un año, 2018 por ejemplo, sólo el 6.8% se transformó en estadística criminal, porque sólo el 6.8% de ese total abrió una carpeta de investigación. Realmente la mínima parte de ese universo.