Las contradicciones subyacentes provocaron el surgimiento de una antítesis. A partir de las carencias y el enojo de los excluidos, el tiempo junto con los cambios en los mecanismos de comunicación, hicieron evidente la promesa incumplida y las fallas del modelo. La crítica se hizo cada vez más presente ante la falta de igualdad en los resultados. La modernización se desnudó frente a las multitudes como un modelo que defendía premisas acertadas, pero solo para unos cuantos.
Vale la pena tener esto en cuenta para entender la dimensión real de la figura del actual presidente de México y su triunfo; él representa precisamente esa antítesis. Su propósito histórico –consciente o inconscientemente, guste o no– es evidenciar las contradicciones de la modernización e incluso detener el proceso. Su finalidad es negar la tesis en toda su dimensión, sin reconocerle atributo alguno. Rechazar contundentemente todo lo que le antecedió; esa es su esencia y sustento. Sin embargo, en esa condición exclusiva de ser negación del pasado, tampoco logra plantear una alternativa de futuro.
Es la síntesis la que tiene que superar las contradicciones, tomar lo mejor de ambas y armonizar la antítesis con la tesis. Es la síntesis la que debe construir el proceso social hacia el futuro, dar solución al enfrentamiento entre modernización y exclusión, para construir un verdadero modelo para todos.
Esa síntesis es la #SociedadHorizontal que anhelamos, basada en la igualdad en el acceso y la participación para definir los resultados del México que viene. ¡Seamos síntesis!
____________________
Nota del editor: El autor es abogado y economista, fue diputado federal, senador de la República y aspirante a una candidatura independiente a la Presidencia.
Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.