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Después del neoliberalismo: las paradojas de México

No se puede apostar solo al TMEC para que México tenga éxito, se necesita repensar el modelo económico.
vie 03 julio 2020 11:00 AM
Crecimiento económico
La recesión “media” que dejó el 2019 se afectará más en 2020.

Con la entrada en vigor del TMEC es importante hacer una reflexión sobre la paradoja que tiene México. Después de la crisis económica de mediados de los años 90 del siglo pasado se hicieron importantes reformas para liberalizar la economía y tratar de combatir la pobreza.

Muchas de estas reformas tuvieron éxito porque se alcanzó una estabilidad económica, hemos tenido muchos años con inflación baja, la cantidad de niños y jóvenes estudiando se ha incrementado a pesar de que la calidad educativa no ha mejorado mucho y gracias al TLC las exportaciones han llegado a alcanzar el 30% del PIB y la inversión extranjera se triplicó.

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Sin embargo, a pesar de estos logros el crecimiento del PIB per cápita ha tenido un promedio por debajo del 1.5% y la productividad sigue siendo baja, además de que los salarios se estancaron y la desigualdad ha creado dos Méxicos. ¿Por qué?

Gran parte de los trabajadores se encuentran en empresas informales donde la productividad es bajísima. Los datos nos indican que mientras el crecimiento acumulado en el sector informal ha crecido hasta un 115%, el empleo formal solo lo ha hecho en un 6%; mientras que en capital el crecimiento acumulado fue del 134% en el sector informal, en el formal solo el 9%.

Desde el punto de vista político, México cuenta con una democracia que ha permitido realizar diferentes cambios de gobierno sin que tampoco tuviera un mayor impacto en el desarrollo económico del país, si bien hay zonas como el norte y el bajío han demostrado tener una mejor capacidad empresarial que los estados del sureste donde la pobreza alcanza niveles del 70-75% de la población.

Existe otra paradoja, a pesar de que durante este periodo hay más personas que han estudiado hasta nivel universitario, los retornos de la inversión en educación han caído porque la oferta de trabajadores capacitados ha superado la demanda ya que la gran mayoría de las empresas informales no los necesitan.

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Por lo tanto, los efectos de estas reformas que fueron pensadas en la eficiencia han sido compensados por políticas de seguro social e imperfecciones del mercado que canalizan demasiados recursos a las empresas informales frenando la innovación y creación de nuevas empresas.

Con este panorama es importante conocer el por qué el presidente López Obrador ganó la elección, hay quienes piensan que regresar a la narrativa de los años noventa es la solución, pero no se dan cuenta que en el periodo denominado “neoliberal”, a pesar de los avances, México bajó del lugar 9 –en el 2001– al lugar 15 –en 2019– y México sigue siendo un país maquilador porque la participación de los productos mexicanos en la exportación total en 1992 era el 58% y en el 2018 es solo el 37%.

México ocupa el lugar 48 en competitividad, 98 en instituciones, 96 en eficiencia del mercado laboral, 64 en sistema financiero, pero lo más trágico es que somos un país altamente corrupto al ocupar el lugar 116.

Pero tampoco se trata de regresar a la narrativa y discurso antiempresarial de los 60-70 es fundamental respetar las Leyes y acuerdos en inversión para no alejarla de México.

No se puede apostar solo al TMEC para que México tenga éxito, se necesita repensar el modelo económico para tener una verdadera política industrial y que permita la creación de más empresas, es necesario migrar a una economía del conocimiento y un equilibrio entre el Estado y el Mercado porque solo así podremos tener un país políticamente estable y con menos pobreza.

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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