Aunque en los últimos meses prácticamente todas las noticias provenientes de Estados Unidos estuvieron centradas en la rampante cantidad de contagios y fallecimientos a causa del COVID-19, esto no cambia que el país del norte está inserto también en la carrera rumbo a las elecciones de noviembre de este año. En juego está la reelección de Donald Trump o el retorno de los demócratas a la Presidencia de la mano del exvicepresidente Joe Biden. La situación que se vive en ese país ha cambiado radicalmente las condiciones de la competencia, mismas que buscaré exponer de manera breve.
#ColumnaInvitada | Elecciones en EUA, ¿en qué van?
En apenas medio año, EUA ha enfrentado al menos cuatros crisis muy marcadas: el juicio de destitución del presidente Trump, la emergencia sanitaria derivada del COVID-19, la debacle económica –reflejada en la gran cantidad de empleos perdidos– y los estallidos sociales derivados del racismo sistémico que se vive en Estados Unidos. El escenario de principios de año, donde parecía que la elección estaba cantada a favor de la reelección del presiente republicano, ha cambiado mucho; hoy por hoy las encuestas dan una ventaja de hasta 14 puntos a Biden.
La campaña del presidente está en alerta roja por lo que, a pesar de los enormes riesgos que conlleva y la grave situación sanitaria que vive el país con mas contagios y muertes del mundo, han decidido reanudar a como de lugar las giras y reuniones en las que a Trump suele irle muy bien. El tono de sus mensajes de días pasados deja claro que reinicia con agresividad y su objetivo principal es atacar la gestión del expresidente Obama y, por añadidura, al candidato demócrata, otrora vicepresidente de esa fórmula. Por otro lado, la campaña de Biden ha iniciado una estrategia más simple, pues se concentra en atacar el mal manejo de las diferentes crisis que vive el país y para ello se ha hecho de aliados importantes.
La batalla electoral en EE. UU. también será de tipo organizativo, pues si bien no se está contemplando modificar la fecha de los comicios presidenciales (lo cual nunca ha pasado en la historia de esta país), lo que sí se está explorando, tanto en los congresos locales como a nivel nacional, es implementar alternativas al voto presencial. Estas nuevas modalidades seguramente podrían terminar por beneficiarían a los demócratas, pues para poder tener mayores posibilidades de triunfo necesitan que la participación ciudadana sea la más alta posible, según estimaciones de varios especialistas. Por el contrario, los republicanos se oponen al voto alternativo y confían en que el porcentaje de participación sea bajo para asegurar su victoria, por lo que Trump ha descalificado arduamente modalidades no presenciales de votación señalando, sin ninguna prueba, que por estas vías se puede fraguar un fraude electoral en su contra.
Una de las formas de votación que se busca implementar es la del voto vía correo postal, pues según el Centro de Investigación Pew, el 52% de la población considera que por ahora es la forma idonea de sufragar dadas las condiciones. Y aunque 46 de los 50 estados de la Unión Americana tienen contemplada esta modalidad para algunos casos, la realidad es que actualmente el voto por correo para todas y todos los votantes solo está disponible en 5 estados: Utah, Hawai, Oregón, Washington y Colorado.
Por el lado de las campañas, es un hecho que la pandemia cambió su dinámica y deberán hacerse mayormente a través en espacios virtuales, pues sigue siendo muy riesgoso el viajar a través de las líneas fronterizas estatales y aun más el celebrar encuentros multitudinarios. Un ejemplo del efecto de la pandemia y las herramientas digitales en las campañas es el fracaso del evento que realizó Trump en Tulsa el pasado fin de semana donde la asistencia fue muy baja, debido al COVID-19 y a un boicot realizado desde las redes sociales.
A pesar del COVID-19 y junto con este, las elecciones en Estados Unidos siguen su camino. Lo que viene ahora es esperar por las convenciones nacionales de los partidos Demócrata y Republicano, programadas ambas para celebrarse en agosto, en las cuales se hagan oficiales las candidaturas de Biden y Trump, respectivamente. Sin duda, habrá que estar atentos a cómo es que se desarrollarán ambos encuentros, pues por lo pronto la convención republicana ya anunció su cambio de sede a Jacksonville, Florida ante la negativa de las autoridades locales y municipales de Charlotte, Carolina del Norte de relajar sus medidas sanitarias para dicho evento.
No las podemos perder de vista pues su impacto en México seguro será importante, no solo en lo económico, sino también en lo político y electoral, ya que nuestro país tiene una relevante cita con las urnas en 2021.
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