La emergencia por el COVID-19 puso de manifiesto que en plena era tecnológica y digital existe un amplio sector social en México que carece de las habilidades para el trabajo en línea o a distancia y, lo que es más penoso de constatar: que es una ilusión el acceso universal a las tecnologías de la información y la comunicación. Muchos padres, alumnos y maestros de nuestro país no tienen acceso a las plataformas virtuales, a una Laptop o una computadora de escritorio, a un teléfono celular con las aplicaciones necesarias para realizar las tareas asignadas o a una conectividad eficiente. La brecha social se profundiza con la hendidura digital.
Otros retos que es oportuno mencionar son: a) los padres se convirtieron en docentes, b) los docentes pretendieron dar clases de la manera tradicional, pero ahora utilizando las plataformas digitales, c) se intentó la reproducción de los “horarios de clase”, d) los estudiantes tienen dificultades para utilizar la tecnología más allá de la interacción inmediatista que establecen en las redes sociales y, en general, e) la llamada “brecha tecnológica”.