Es por ello que, a inicios de abril, el Grupo Parlamentario de Morena participó en la primera modalidad de Congreso virtual, que de manera emergente permitió que las diputadas y los diputados que se encontraban dentro del cuadro de personas en riesgo y no pudieran asistir al Pleno, no interrumpieran las funciones legislativas, fundamentales para el desarrollo social.
El resultado fue la aprobación de la reforma al artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de Bienestar, con la cual, a nivel nacional, se ratificó el más alto nivel de protección de los derechos básicos e indispensables.
Garantizando así, el derecho a la protección de la salud mediante el Sistema de Salud para el Bienestar, en beneficio de 40 millones de mexicanas y mexicanos que no cuentan con acceso a la seguridad social.
Gracias al voto de 22 congresos, las acciones y programas sociales contarán con un presupuesto garantizado en la Constitución que permita la equidad en el derecho a la educación de las y los estudiantes pertenecientes a familias pobres, la entrega de apoyos económicos a grupos de personas que históricamente han sido discriminadas: las personas con incapacidad permanente, las personas en condiciones de pobreza, las adultas y adultos mayores, las personas indígenas y afromexicanas.
Con lo que quedó claro que debemos de adecuar los ordenamientos que rigen la vida interna de los congresos, a efecto de darle certeza jurídica a la utilización de medios alternativos que nos permitan legislar incluso a distancia.