El equipo de López-Gatell se percibe técnico, científico y probo. Han intentado explicar cada una de las preguntas que han hecho los reporteros de distintos medios de comunicación. Los eventos diarios están bien estructurados, sin duda han sumado positivamente a la imagen del gobierno, pues ya que son miles de personas que se han cuestionado ¿Por qué el gobierno no combatió con más fuerza y comenzó tarde la batalla contra el COVID-19?
Sin embargo, en esta etapa desconcertante, no es la imagen lo que importa, sino la información, los datos y la verdadera capacidad que tienen nuestros gobiernos para ayudar a la población. Ahí, justamente, en el tema de los datos, en México hay una alarma y una confusión generalizada: simplemente, los datos no cuadran.
Al comparar las cifras de México y los otros países del mundo, el virus pareciera no esparcirse en las comunidades como la tendencia global indica.
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Podríamos responder sencillamente a la pregunta: ¿por qué en México no hay tantos casos del nuevo coronavirus? Por la falta de pruebas clínicas.
En el país, la gran mayoría está respondiendo favorablemente a la etapa de la Fase 2 o el “Quédate en casa”, esto podría llenar de esperanza para no sufrir los estragos que se han pronosticado, cuando más del 70% de los mexicanos seamos infectados, pero no todos al mismo tiempo. Lo que hoy se cuestionan en muchos hogares mexicanos, es ¿cuándo llegó exactamente el virus al país? Y ante la ausencia de pruebas científicas, si algún día sabremos cuántos ya fueron infectados y nunca lo supieron.