La atención se concentra en la curva de contagios y en la importancia de aplanarla. Nos enfocamos en la necesidad de generar una sana distancia. Se presta toda la atención a las medidas del gobierno, o la ausencia de las mismas, para afrontar la crisis de salud que llega a nuestro país. Ello, en buena medida, porque las alertas de la propia Organización Mundial de la Salud indican que los contagios se pueden propagar y, con ello, colapsar el sistema de salud. Miles podrían perder la vida. En México, esto no es la excepción.
Todo ello es clara cuestión de preocupación. Sin embargo, también es importante no dejar de lado una serie de problemas que ya existían y que la situación actual hace que sean difíciles de ignorar. Si bien la coyuntura demanda toda la atención que como ciudadanos podamos darle a las buenas prácticas para disminuir la tasa de contagios, cuando la contingencia pase, será trascendental discutir y exigir cambios.