Entre muchas acciones, se contempló el compromiso e importancia de crear informes mensuales sobre los avances, retos y obstáculos de dicho plan emergente.
Hasta ahora no se ha presentado ningún informe al respecto, al contrario, este año se han presentado “nuevas acciones emergentes”. El pasado 21 de febrero, en un comunicado de Segob, se informó que estas acciones para hacer frente a las violencias contra las mujeres “han llegado tarde” al tema de las violencias y que “las políticas públicas no han tenido articulación en muchas ocasiones, ni la eficacia necesaria para enfrentar la grave problemática”.
Lee también: Mujeres tendrían que trabajar meses de 35 días para ganar lo mismo que hombres
Es amnésica la actuación de la Segob, no solo al declarar que las políticas públicas no han tenido articulación, cuando es esta misma instancia quien las propone. Plantea acciones sin claridad, se habla de “sugerencias respetuosas”, “hacer realidad compromisos”, no de hechos y soluciones, ni tampoco del cómo, cuándo, con qué presupuesto o con la articulación de qué instancias y secretarías.
Aunado a ello, se presentan acciones irreales como la planteada este 6 de marzo por Olga Sánchez Cordero, titular de Segob, en su conferencia con mujeres del SNTE, que transcribo textual: “Así que mi propuesta de que la escuela sea un refugio, sea una orientación por parte de ustedes, sea una defensa, sea un albergue, sea una instancia en la que las mujeres pueden acudir cuando sean violentadas o cuando se sienten violentadas”.
No me detendré a dar razones de por qué es totalmente irrealizable pensar que una escuela puede ser un Refugio, necesito creer que usó el término sólo metafóricamente.