La actual violencia contra las mujeres es la peor crisis social que hoy vive México, y puede convertirse en la primera gran crisis política del presidente López Obrador ante su clara incapacidad, no sólo de acción, sino de entender la problemática social que tiene en frente.
Sorprende de un presidente que ganó gracias a su gran habilidad para leer y entender las problemáticas sociales. Tal vez hoy se demuestra que, ante una problemática tan profundamente cultural e histórica, ni siquiera él es capaz de despegarse de su propio conservadurismo y atavismos.
Pero sorprende aún más que todas las mujeres del gabinete, esas que tanto pregonan ser el primer gabinete paritario en México, están ausentes. Han sucumbido ante su conservador jefe máximo, empezando por su esposa, que se doblegó ante la imposición de su hombre.