Gobernadores se “rebelan” contra que se les quiten recursos del Seguro Popular cuando es sabido que muchos estados los usaban de caja chica y que no han hecho esfuerzo alguno por recaudar recursos propios. La falta de autocrítica de esta rebelión los llevará a perderla. Si quieren que la rebelión funcione, deberán poner sobre la mesa alternativas que no sean solo volver a la comodidad de gastar dinero y malversarlo con absoluta impunidad.
Los gobernadores han “perdido” 71 mil millones de pesos de dinero que les fue otorgado por la federación para usar en salud desde 2005. Es decir, de acuerdo a los datos públicos de la Auditoría Superior de la Federación, no han podido comprobar en qué usaron el dinero o si lo usaron. Los recursos que irían a la compra de medicinas, equipamiento de hospitales y servicios médicos no han sido encontrados a pesar de múltiples peticiones oficiales.