Por fin el día tan esperado, el primer informe del presidente Andrés Manuel López Obrador. Con altos niveles de aceptación y un cambio notable en cuanto a su imagen y a la forma de conducirse.
No se puede negar que después de tantos años, por fin vemos a AMLO con una imagen con mayor pulcritud y detallada; los spots más recientes, así como la imagen en el informe nos deja ver que el presidente ha sido asesorado y ha procurado comunicar mensajes a la altura que se requiere.
A la hora de la entrada vemos a Andrés Manuel caminando con seguridad y firmeza, se coloca frente al atril , se da tiempo suficiente para colocar en orden los papeles, micrófonos y todo lo que utilizará durante el discurso. La forma en que se conduce, así como la modulación en su voz, nos deja ver que no improvisó en ningún momento; cada parte del discurso estuvo cuidado y bien practicado.
Al comenzar, hace una broma, se ve carismático y relajado. Su modulación y entonación de voz son las adecuadas, al leer el discurso su voz es fluida y no pausa tanto como cuando lo escuchamos en su discurso mañanero. Su tono es mucho más contundente y el discurso es entretenido, no es tan lento. Hace buen contacto visual con sus invitados y no pierde el ritmo del discurso en ningún momento.
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Algo importante a destacar es que, constantemente se le seca la boca al hablar, por lo que humedece constantemente los labios. Al la mitad del discurso su voz comienza a escucharse cansada y ronca, le hace falta tomar agua.
En cuanto a su vestuario, la combinación de colores que elige, así como tejidos lisos, ayudan a reforzar una imagen accesible, tradicional y con autoridad. El color azul plomo del traje favorece muy bien el colorido de su piel, ojos y cabello, crea una combinación armónica y balanceada con el color rojo vino de su corbata, visualmente estos dos colores funcionan de una manera excelente ya que nos proyectan una imagen de autoridad, enérgica, pero a la vez accesible.
Sin embargo, no podemos perder de vista que el informe de gobierno es uno de los eventos más importantes del presidente siendo una ceremonia de gran formalidad, en donde el presidente comparece sobre el informe, siendo el presidente el anfitrión y el personaje más importante. Por ello, lo más correcto hubiera sido elegir un traje en azul medianoche, hubiera creado la misma armonía con los otros colores pero con mayor formalidad y seriedad.
La textura de su corbata opaca y lisa, así como el color en un tono obscuro, aporta un mensaje elegante, sobrio y de seguridad. El blanco de su camisa realza ambos colores, aportando un contraste tanto al color de la corbata como al del saco, reforzando una imagen pulcra y con solidez.
Por fin pudimos ver que el corte y hechura del traje son perfectamente confeccionada a su figura".
Los puños de la camisa sale algunos centímetros de las mangas del saco, el saco se acomoda perfectamente bien a su cintura y a la anchura de sus hombros y su longitud es la adecuada. Los pantalones con corte recto estilizan sus piernas y alargan adecuadamente su figura.
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Tanto el corte del cuello de su camisa así como el corte de su corbata le aportan una imagen más jovial. El nudo medio Windsor que utiliza es el adecuado para ese tipo de camisa armonizado su tipo de rostro y cuello.
La forma en la que se retira del escenario y se despide de sus invitados lo hace ver cercano y empático, con respeto hace un saludo a la bandera y junto con su esposa se retira del escenario.
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