Hace cincuenta años, la población LGBTTTI vio nacer el movimiento reivindicativo que defendería sus derechos humanos. A medio siglo de las revueltas de Stonewall, ícono global de la diversidad sexual y de género, debemos preguntarnos hacia dónde vamos y cuáles son los más grandes pendientes en esta lucha por la igualdad. Qué mejor oportunidad para plantear estas interrogantes que el Día Mundial de la Población, que cada 11 de julio nos invita a reflexionar en torno a los problemas demográficos más importantes de nuestros tiempos.
Entre estos grandes problemas se encuentran, sin duda, la discriminación y los discursos de odio. Sus efectos se siguen percibiendo en todas las regiones del planeta, al conllevar prácticas que vulneran a las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgénero, travestis e intersexuales (LGBTTTI), orillándolas a la pobreza, al desplazamiento forzado, e incluso, arrebatándoles la vida.