La falta de oportunidades de estudio prolonga el ciclo de la pobreza de padres a hijos. La joven que no pudo llegar a ser licenciada termina convertida en nini, desempleada sin título, con breves chambitas como telefonista de esos call center de los que torturan a horas intempempestivas a la gente con productos financieros. En casos extremos, las chambitas los acercan a actividades informales, venta callejera, apuestas o vigilancia, cada vez más controladas por el crimen organizado, que ha cobrado la vida de cientos de miles de jóvenes.
Es una telenovela de las de antes, con las que dan ganas de llorar, con muchos elementos de reality show porque refleja la vida de muchos mexicanos en sus 20s.
Solución: construyamos 100 nuevas universidades, y garanticemos al educación superior a todos.
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La falacia
¿Será? Supongamos que contamos con los recursos para llenar México de nuevas universidades (no es así, pero supongámoslo). La propuesta comete errores de lógica elemental. Como contraejemplo basta con comprobar el fracaso de muchas de las universidades públicas y privadas a la hora de garantizar empleo a sus egresados. ¿Cuántos de los jóvenes de Construyendo el Futuro del programa gubernamental son licenciados cuyos conocimientos son insuficientes para los empleadores de sus ciudades?.
La propuesta omite el análisis fundamental del mercado laboral –una labor de la microeconomía en la que abundan los economistas de izquierdas, pero quizá sean más fifís de lo necesario. ¿Cuánto vale realmente un título universitario? ¿hay otras opciones? ¿dónde hay carencias y oportunidades no resueltas? Un mercado educativo donde el reto hoy es enseñar a resolver problemas, no memorizar códigos o procesos.
La solución de construir universidades elude interesadamente la pregunta de por qué el joven mexicano de 16 años tiene una formación deficiente, que le impide aprender a aprender a encontrar un futuro por si mismo. Es decir, deja de lado las carencias en la educación primaria y secundaria, pilares esenciales para que tenga sentido una educación superior de calidad.