La Comisión Nacional Forestal (Conafor) explica que reforestar no es solamente plantar árboles y emite las siguientes recomendaciones:
1. Conocer el sitio a reforestar. Se debe visitar el sitio para identificar el suelo, la vegetación las condiciones en general.
2. Definir la especie. Se recomienda elegir especies propias de la región, adaptadas a las condiciones del suelo, clima, topografía y disponibilidad del agua. Las plantas deben ser de buena calidad.
3. Desyerbar o eliminar maleza. Para evitar que la vegetación no deseada compita con nuestras plantas por la humedad y los nutrientes del suelo.
4. Diseñar plantación. De acuerdo con la especie, el objetivo y la inclinación del terreno, hay que planear la distribución correcta de las plantas la cantidad y la distancia entre ellas.
5. Elegir la época adecuada. Debe ser al inicio de la temporada de lluvias para aprovechar la humedad y dar tiempo a que las nuevas plantas arraiguen.
También se debe tomar en cuenta el lugar donde se habita para elegir la mejor temporada y la especie más adecuada y plantarla porque los árboles necesitan espacio para crecer.
En la Ciudad de México hay diversas asociaciones y lugares para el cuidado de medio ambiente, un ejemplo es el Bosque de San Juan de Aragón en donde realizan reforestación y asociaciones vecinales como la red socioambiental paraíso y paz que a través de sus redes sociales informan sobre las fechas en donde se realizan este tipo de acciones.
En 𝕏, Facebook e Instagram se pueden encontrar varias más.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) detalla que la reforestación urbana tiene dos fines u objetivos: uno es el estético y otro es el de investigación, experimental o demostrativa. “Este tipo de reforestación es utilizada con fines demostrativos para crear conciencia ambiental en la población local y desarrollar interés por el cuidado del medio”.
Beneficios de la reforestación urbana
La reforestación atrae diversos beneficios como es la conductiva o moderadora de ruido (protectora). Los árboles amortiguan el impacto de las ondas sonoras, reduciendo los niveles de ruido en calles, parques y zonas industriales. Este tipo de reforestación se hace en arreglos especiales, alineados o en grupos, ya que las cortinas de árboles abaten el ruido entre seis y diez decibeles (unidad de medida del sonido).
•Control de sombras. Con el control de la intensidad de luz en el sitio de establecimiento en la zona urbana, los árboles alrededor de las casas filtran el aire cálido y lo refrescan al cruzar su copa; sombrean paredes, patios, techos y otros.
Además, en zonas cálidas apoyan la economía de las familias porque contribuyen a reducir el uso de aire acondicionado.